percutador
Veterano
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Atinado su comentario. A veces las obviedades es mejor guardarlas en el cajón como el sentido común al entrar aquí y o bien quitarse la frustración interpretando el papel de lo que no somos o culpando a la sociedad de todo, y escribiendo como si fuéramos la letra de una canción romanticona barata. Mientras el Mundo gira y nosotros aquí parados como la escoria. Esto es un almacen de frustrados, deshechos del mercado sentimental y sexual.ruben_vlc rebuznó:A mí comentar obviedades me parece ridículo, no veo sentido a lo que dices Percu.
Pero nada continuen comiéndose los tarros, cuando todo es más sencillo que todo eso: comer, cagar, dormir, trabajar, y unas pocas horas para amar, para sentir que tenemos algo con alguien que suele coincidir con quien yacemos por las noches, mientras los que no lo disfrutan lo idealizan y otros y otras basan su experiencia vital en eso, cuando solo es intercambiar fluidos y también caricias y alguna vez obsesiones e ilusiones, vivencias en definitiva. Nunca puede llenar nuestras tristes y vacías vidas, más que saciar nuestro anhelo de placer, de calor y de compañía. Que algunos han hecho, como digo, de eso el centro de sus vidas, sin percatarse de que mientras idealizan un montón de chorradas, otro que pase a su lado se lo puede proporcionar. Pero lo terminan perdiendo de tanta exigencia, y desconfianza y paja mental.
Yo por mi parte prefiero disfrutar de cien experiencias vanas que de sus pajas mentales, quédense con ellas, mientras repito, la vida pasa. Yo solo veo un montón de cobardes, frustrados y reprimidos autojustificándose día sí y día también.
Como la que espera a su principe azul y se queda soltera, o el que habla de enrrollarse con una tía como si fuera el contrato de su vida, vamos la hipoteca de su casa. Y luego se mata a pajas. Cuanta frustración, repito, y represión y neurosis que como decía Freud es por ese anhelo sexual insatisfecho y cuanto folletín decimonónico cuando todo es mucho más facil simplemente lanzarse a vivir. Que todas las bofetadas que nos den, a menudo por nuestra manera delirante de abordar algo tan prosaico, al proyectar en ello todas nuestras carencias y neuras y necesidades, como digo todas esas bofetadas merecen más la pena por las experiencias que nos han reportado por la diversión, el placer, las salidas, las risas, las discusiones, LA VIDA, que quedarse aquí sentado lamentandose de la frivolidad de todo. Ustedes no son ni frívolos, simplemente están muertos.