EL suceso fue así.
Después de regresar a Zaragoza con mi novia de unas merecidas vacaciones, decidimos celebrar su cumpleaños en mi casa. Invitamos a sus amistades y a las mías a pasar una buena tarde con las habituales cosas que se suelen prepararar para todos los cumpleaños, bebida, buena comida, tarta con las reglamenarias velitas, etc...
Uno de mis amigos me dijo que si podían venir dos amigos suyos, uno de los cuales lo estaba pasando mal porque se había quedado sin trabajo y sin novia, a uno lo conocía de vista y sabía que era nazi, pero al otro no el que lo estaba pasando mal no lo conocía, cuando manifesté mis dudas me insistió en que era buen chaval y que ni siquiera bebía, con lo cual accedí. En este tipo de fiestas siempre aparecen personas que conoces con novios o novias nuevos y como iba a haber exceso de mujeres no me pareció mal el asunto.
Según fue llegando la gente a mi piso pues sucedió lo típico; abrazos, besos, felicidades, toma este regalo... vamos, nada del otro mundo.
Cuando llegó mi amigo con los dos nazis, los saludé con normalidad, una persona de aspecto normal pero con el pelo muy corto, el otro en cambio resultó ser bastante alto, sobre 1,95 y algo de sobrepeso y la cabeza afeitada con camisa de manga larga a pesar del calorazo que hacía.
Nos sentamos todos y empezamos a beber y comer con normalidad, todo muy intranscendente porque cuando no conoces a ciertas personas se hablan siempre de temas generales. Según fue pasado la tarde ya tuve una charla con ellos y me di cuenta de lo estúpidos y vacíos que eran. Sus fines de semana consistían en reunirse para ver alguna película de temática nazi, emborracharse y luego salir de madrugada para coger entre veinte a un negro despistado y machacarlo a palos. Ni ideología, ni nivel cultural, ni nada; todo muy habitual en esta clase de gente que luego se quejan de que tienen mala prensa y de que no les vota casi nadie cuando se presentan a elecciones.
Bueno pues al rato, una de las chicas me dice que donde está el lavabo y cuando le indico que puerta es, el más alto la sigue y se intenta meter con ella dentro, hay unos segundos de tensión porque están los dos en la puerta parados intercambiando algunas palabras que con la música no pude entender.
Total que me acerqué al nazi y le dije que dejara a la chica en paz, en pricincipio me miró con una cara extraña que no supe intepretar y volvío con el otro nazi.
A los pocos minutos es mi chica la que se dirige al lavabo y el nazi también la sigue y se intenta meter con ella, cuando me acerco para que la deje en paz, me dice que el a las mujeres les gasta las bromas que quiere y cuando quiere, yo le digo que si meterse con la novia de otro hombre en un lavabo es una broma ya puede ir largándose de mi casa, entonces se acerca donde había dejado su bebida y se toma lo que quedaba en el vaso de un trago, se acerca a mi novia y hace un amago de cogerla por la cintura.
Yo ya estaba hecho una furia y le dije "Te vas por las buenas o te pongo en la calle por las malas", a lo cual el responde: "Me gusta por las malas", mientras se desabotona la camisa... Allí es donde yo vi la oportunidad, cuando intentó quitarse la camisa para hacerse el machote y enseñar el pecho delante de todo el mundo cometió un error gravísimo porque hubo un segundo donde está con los dos brazos inutilizados por las mangas, segundo que aproveché para meterle una hostia en toda la cara, con tan mala suerte para él que dio dos pasos atrás y había una ventana abierta por la cual cayó de espaldas, (era un segundo piso), rodó sobre el toldo del primero que daba a un jardín y aterrizó sobre unos matorrales.
El escándalo que se montó fue increible, mujeres pegando chillidos, todo el mundo intentando asomarse a la ventana y el tontolaba del nazi, escupiendo sangre y con cortaduras de los matorrales por todo el pecho. Estuvo unos segundos tumbado, se levantó, se puso la camisa tambaleándose y como no había nadie en el primer piso, pudo salir poniendo unas macetas encima de otras hasta que malamente pudo escalar el muro que le separaba de la calle. (Que por cierto lo dejó todo lleno de sangre que días despúes se puso de color negro).
El nazi que no se había metido con nadie me pidió perdón, me dijo que no era culpa suya y se marchó de mi piso, mi amigo por el cual había venido este imbécil salió a la calle para recriminarlo y el nazi se largó cojeando y bien jodido.
El caso es que no hubo denuncia ni nada, estuve un año entero sin verlo, luego lo ví muy a menudo porque trabaja de camarero cerca de mi trabajo y no dice nada, cuando me ve baja la cabeza y supongo que se ha debido de casar con alguna mema, porque un día me lo encontré en el autobús con dos enanos que se le parecían bastante, los dos también con sobrepeso.
Lo bueno de todo esto es que acabó bastante bien, eso sí, me dolíó algo la mano unos días y mi novia me confesó que se le mojaron las bragas cuando me vio en acción, lo que conllevó unos días de polvos muy especiales.