La creencia o no en una fuerza superior es resultado de un proceso interno de reflexión. Mis propias reflexiones me han llevado a no creer en ello, echando mano de la simple lógica o de la creencia en la ciencia o en la realidad únicamente material. No obstante, me parece muy bien que la gente que necesita creer en una superstición cualquiera lo haga. Que una cosa funcione para mi, no quiere decir que tenga que funcionar para los demás. El caso es estar cómodo en esta vida.
Hay muchos motivos que me impulsan, personalmente, a ser ateo. El primero de ellos es la convicción de que, pensar que en un universo tan grande como el que habitamos, existe un Dios que nos ha creado a su imagen y semejanza, es terriblemente arrogante. No somos más que una pequeña motita dentro de la gran polvareda cósmica, y considerar que hay un Dios al que le importamos lo más mínimo, creo que es prepotente.
Por otro lado, la figura de un Dios omnipotente y bueno se me antoja ilógica, dado que, en su omnipotencia, ha permitido la existencia del Mal. El que exista mal, el sufrimiento, o la injusticia va en contra por completo de la misma esencia de Dios.
También creo que la figura de Dios es innecesaria para explicar lo que nos rodea: La ciencia está haciendo su trabajo y encontrando explicaciones a lo que hace unos siglos era sobrenatural. A medida que la ciencia descubre más, queda menos que achacar a un posible Dios. Considera que hace unos siglos era imposible dar sentido a las tormentas, el ciclo lunar, las mareas, el nacimiento, o la muerte. Era natural echar mano de una explicación metafísica o espiritual. Hoy por hoy, repito, me parece innecesario.
Además, tampoco creo aquello que no veo, no palpo, o no se me demuestra con pelos y señales. Y la principal característica de la religión en general es tener Fé.- Debes creer sin pruebas. Y eso va en contra de mis principios fundamentales.
Hay más motivos incluso un poco más personales que hacen que sea un completo ateo. Por ejemplo, históricamente, la religión ha creado respuestas a interrogantes que el Hombre debería haber contestado empleando para ello el cerebro. Por ello, en cierto modo, hago responsable a las religiones del atraso mundial a nivel científico. Asimismo, la noción de pecado, ha causado graves transtornos a la población mundial, y todavía las crea. El hecho de una existencia de premio final tras la muerte -en forma de cielo, reencarnación, resurrección, o cualquiera de sus variantes- también me parece una farsa. ¿Te da Dios un libre albedrío, pero está ahí para juzgarte si eres malo?. ¿Y eso qué tiene de libre?.
No sé, son muchos los motivos, como he dicho. Algunos de ellos, me los callo. Lo importante es que estés cómodo con tus creencias, cualesquiera que éstas sean.
Hay muchos motivos que me impulsan, personalmente, a ser ateo. El primero de ellos es la convicción de que, pensar que en un universo tan grande como el que habitamos, existe un Dios que nos ha creado a su imagen y semejanza, es terriblemente arrogante. No somos más que una pequeña motita dentro de la gran polvareda cósmica, y considerar que hay un Dios al que le importamos lo más mínimo, creo que es prepotente.
Por otro lado, la figura de un Dios omnipotente y bueno se me antoja ilógica, dado que, en su omnipotencia, ha permitido la existencia del Mal. El que exista mal, el sufrimiento, o la injusticia va en contra por completo de la misma esencia de Dios.
También creo que la figura de Dios es innecesaria para explicar lo que nos rodea: La ciencia está haciendo su trabajo y encontrando explicaciones a lo que hace unos siglos era sobrenatural. A medida que la ciencia descubre más, queda menos que achacar a un posible Dios. Considera que hace unos siglos era imposible dar sentido a las tormentas, el ciclo lunar, las mareas, el nacimiento, o la muerte. Era natural echar mano de una explicación metafísica o espiritual. Hoy por hoy, repito, me parece innecesario.
Además, tampoco creo aquello que no veo, no palpo, o no se me demuestra con pelos y señales. Y la principal característica de la religión en general es tener Fé.- Debes creer sin pruebas. Y eso va en contra de mis principios fundamentales.
Hay más motivos incluso un poco más personales que hacen que sea un completo ateo. Por ejemplo, históricamente, la religión ha creado respuestas a interrogantes que el Hombre debería haber contestado empleando para ello el cerebro. Por ello, en cierto modo, hago responsable a las religiones del atraso mundial a nivel científico. Asimismo, la noción de pecado, ha causado graves transtornos a la población mundial, y todavía las crea. El hecho de una existencia de premio final tras la muerte -en forma de cielo, reencarnación, resurrección, o cualquiera de sus variantes- también me parece una farsa. ¿Te da Dios un libre albedrío, pero está ahí para juzgarte si eres malo?. ¿Y eso qué tiene de libre?.
No sé, son muchos los motivos, como he dicho. Algunos de ellos, me los callo. Lo importante es que estés cómodo con tus creencias, cualesquiera que éstas sean.