Trujamán
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- 14 Ene 2024
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En España ya hemos iniciado el curso político, y sería buen momento para hacer un gesto cultural feminista, dar un paso adelante que nos volviera a colocar a la vanguardia europea en este campo de la Igualdad entre los sexos.
En “V de Vendetta” se decía que los símbolos son importantes. Los leones del Congreso de los diputados, imagen vetusta y archiconocida de la capital, podrían convertirse en uno de esos símbolos que reflejen la auténtica capacidad de cambiar que tiene un pueblo, su deseo de transformar la realidad.
Ya que son dos leones de bronce, ¿por qué no refundir el metal de una de esas dos esculturas y modelarlo con forma de leona? Un león y una leona a las puertas de nuestro Parlamento sería algo que expresaría con elocuencia lo que deseamos que ese Parlamento sea, y hablaría de los desarrollos democráticos de largo alcance que esperamos todas y todos de él.
Además, también el animalismo, que tendría que formar parte ya de nuestro ADN democrático, saldría ganando con ello: basta ya de tratar a los animales como simples mascotas, residuo de una mentalidad heráldica de épocas supersticiosas y periclitadas. Con una leona haciendo acto de presencia en esa escalinata que sube hacia futuros de libertad y prosperidad, también se evocaría la defensa de la dignidad animal, no sólo la de la mujer.
Basta de parejas de machos que parecen decirnos que el machismo es invencible porque siempre tiene repuestos que perpetúan comportamientos agresivos y dominantes. Por tanto, como ya la mujer ruge con más fuerza y más derecho que el hombre, moldeemos de una vez una leona para nuestro Parlamento.
En “V de Vendetta” se decía que los símbolos son importantes. Los leones del Congreso de los diputados, imagen vetusta y archiconocida de la capital, podrían convertirse en uno de esos símbolos que reflejen la auténtica capacidad de cambiar que tiene un pueblo, su deseo de transformar la realidad.
Ya que son dos leones de bronce, ¿por qué no refundir el metal de una de esas dos esculturas y modelarlo con forma de leona? Un león y una leona a las puertas de nuestro Parlamento sería algo que expresaría con elocuencia lo que deseamos que ese Parlamento sea, y hablaría de los desarrollos democráticos de largo alcance que esperamos todas y todos de él.
Además, también el animalismo, que tendría que formar parte ya de nuestro ADN democrático, saldría ganando con ello: basta ya de tratar a los animales como simples mascotas, residuo de una mentalidad heráldica de épocas supersticiosas y periclitadas. Con una leona haciendo acto de presencia en esa escalinata que sube hacia futuros de libertad y prosperidad, también se evocaría la defensa de la dignidad animal, no sólo la de la mujer.
Basta de parejas de machos que parecen decirnos que el machismo es invencible porque siempre tiene repuestos que perpetúan comportamientos agresivos y dominantes. Por tanto, como ya la mujer ruge con más fuerza y más derecho que el hombre, moldeemos de una vez una leona para nuestro Parlamento.