Solamente alguien con conocimientos de arte, pero sin fundamentos de estética diría algo así. Estoy en completo desacuerdo con usted. Desde la tríada platónica Bien-Verdad-Belleza, donde la poesía y los artistas miméticos toman sus modelos en las sombras de lo real, en la multiplicidad sensible y con ello se alejan en dos tiempos del modelo verdadero y por tanto de la idea inmutable de belleza y del bien. Desde la categoría de la anagnorisis como reconocimiento de las acciones del deinos, del héroe terrible, en la tragedia griega. Desde la lamentable subordinación del arte a la moral cristiana desde los Padres de la Iglesia y durante el Medievo, la producción de imágenes religiosas y piadosas en los grandes artistas y teóricos del humanismo renacentista, pasando por las categorías estéticas de la edad moderna y contemporánea, hasta la admisión de la representación de la fealdad, hasta el antiacademicismo, las vanguardias estéticas, la reproducción técnica de la imagen en la cultura de masas y la lamentable permisión para con los artistas de nuestros días. El arte y la moral no están escindidos, donde el arte pueda mirar desde arriba a la moral, parte de los criterios de la crítica de arte están basados en criterios morales para interpretar, juzgar y jerarquizar las obras de arte, donde
no todo vale en la producción de imágenes.
¿No recuerdas ya el perro que Guillermo Vargas mató de hambre?
La provocación repugnante | Cultura | Arte - Abc.es
¿Y las estrategias arribistas de muchos artistas que tratan de emular a Damien Hirst?