El 1 de abril de 1980 murió el suboficial Pedro Ortiz Cabrera de 27 años, que custodiaba la Embajada peruana en La Habana, cuando trató de detener a un grupo de cubanos que estrellaron un ómnibus contra la verja de esa legación del país andino.
Seis cubanos entraron violentamente en la Embajada y pidieron asilo político, que concedió el gobierno peruano accedió.
En represalia, las autoridades cubanas retiraron la vigilancia policial de esa misión diplomática, en la que entraron más de 10.800 personas en cuatro días.
El presidente de Cuba, Fidel Castro, anunció entonces la apertura del puerto de Mariel, a unos 40 kilómetros de La Habana, para quien quisiera dejar la isla y cientos de embarcaciones se trasladaron a este puerto cubano para trasladar a los emigrantes.
Por el puente marítimo entre Mariel (Cuba) y Key West (Florida) llegaron a Estados Unidos a partir del mediados de abril más de 125.000 cubanos en unas 2.000 embarcaciones en tromba, entre ellos numerosos delincuentes salidos de las cárceles de la isla.
Un Jimmy Carter atribulado y en plena campaña electoral se ve obligado a declarar el Estado de Emergencia para la Florida
Clásico
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