Interesante tema. Es difícil definir qué es una novia, cómo se consigue uno a una novia, cómo funciona el proceso, a partir de qué momento se es novios y todo eso.
Pero bien, lo que si sé es que la vida de un hombre, tal y como yo la vivo, se divide en dos partes. Antes del orgasmo y después del orgasmo (masculino, claro está). Es decir, yo antes del orgasmo soy un cerdo como el que más, tengo ganas de soltar el veneno y para ello pues nos convertimos en gilipollas, en pagafantas, decimos lo que quieren o desean escuchar y hay incluso quien miente o quien incluso hipoteca su vida y su futuro con tal de tener un cochito flujeante para él solo. Pero después del orgasmo, ya pueden babear por mi todas las mujeres de la Tierra, que a mi en ese momento me la sudan todas, solo quiero escuchar música, tocar la guitarra o jugar con el ordenador.
La vida de un hombre es una constante lucha entre estas dos posiciones, nos guste o no. A parte estoy completamente de acuerdo con lo dicho en el post inicial: el noviazgo no es más que una forma sucia de consumismo del siglo XXI. Todo se basa en gastar y gastar: ya sea en coche, regalitos, san valentines, y luego llegamos a mayores, como boda, hipotecón, hijitos, etc. En fin, que el panorama es desolador.
No sé, a mi es que no me gusta nada el modelo social impuesto en los tiempos que corren: si a llegar a una cierta edad no te has emparejado ni tienes visos de ello, todo el mundo te mira mal, como un bicho raro, la gente no quiere acercarse a ti, hablan de ti, comentan etc. Y si al pasar de los 30 no estas en visos de casarte y tener hijosdeputa, pues ya es el acabose para esa persona: quedas socialmente excluído.
Aborrezco el tipo de vida que nos impone la sociedad: búscate una novia, pagafantéala hasta el infinito no sea cosa que la zorrita se busque una cartilla más llena u ottro tío con un coche mejor, trabaja como un cabrón para que la princesita esté contenta, comprate un buen pisito para crear un lugar idóneo para las crías, trabaja, trabaja, no pienses, tu solo trabaja y produce, que ellas ya se encargarán de gastar, y oedécela cuando te diga que estires la patita, no sea que se enfade y te deje sin tu ración de sexo.