Algodón de azúcar rebuznó:
Hombre, hacer según qué ejercicios pueden suponer una mejora para la salud a largo plazo, pero a no ser que seas deportista profesional la mayoría se hace sólo por aparentar
Queda muy claro que usted no es, ni fue, ni será nunca un deportista. Como tampoco lo es el tío que juega 45 minutos a fúcbol los miércoles con sus compañeros de oficina o la choni que hace dos clases de spinning a la semana, son personas sanas porque incorporan a su vida diaria prácticas deportivas, pero bajo ningún concepto deportistas auténticos.
Qué pasa con la persona que se compromete con lo que hace, que se dedica plenamente a su actividad? Que quiere progresar en cada sesión? Podemos afirmar que Nadal es un enfermo por querer ser el número uno, o que Iniesta quiere aparentar? No claro, ellos tienen vida, porque salen en la tele, son famosos, ganan millones con lo que hacen, son DEPORTISTAS PROFESIONALES y se ganan la vida con eso. Tipos a los que hay que admirar, rendirles culto y aplaudirles las jugadas.
Deje que le diga que lo único que hicieron y hacen con sus vidas esos tíos es entrenar, desde muy temprana edad dedicaron todo su tiempo a la práctica de su deporte y al ver que demostraban cierta habilidad nada más les importó, salvo perfeccionar lo que hacían para explotarlo y vivir de eso. Ni estudiar ni trabajar ni aprender a leer, viven para lo que hacen, entrenan hasta romperse en mil pedazos los tendones, articulaciones y músculos. Dejan sus almas en el campo, se lesionan por mesos o años, algunos de ellos de por vida, se retiran a los 30 o 40 años y se les aplaude, se les idolatra, se les vuelve héroes.
Y los tíos como yo, que estudiamos, trabajamos, que no salen por la tele ni ganan millones por patear una pelota y que tienen que planificar toda su vida porque tienen muchas obligaciones diarias como cualquier persona normal, y que al terminar sus actividades se van directos a entrenar con la misma intensidad que lo haría cualquiera de los arriba mencionados, y en silencio recorren su camino hacia su éxito y gloria personal, esos somos enfermos que queremos aparentar.
No sé qué día se levantó un psicólogo y decidió inventar el término vigorexia, lo que sí sé es que mi vida es tal y como debe ser y que no cambiaría esto por nada del mundo. Hace 14 años que practico taekwondo y 6 culturismo, religiosamente. No como nada si no lo peso previamente, no tomo alcohol, no fumo, trato de dormir siempre 8 horas diarias y muchas más el fin de semana. Entreno más de 3 horas diarias entre mis dos actividades, no me importa el clima, no me importa lo que haya pasado antes de mi entreno diario, no me importan las lesiones, no me importa su puta madre. No salgo mucho, no frecuento la noche, tengo una dieta muy rigurosa, si falto al entreno me enfado, si mi entreno no salgo como yo lo he planeado me enfado conmigo mismo. En el momento en el que entro al gimnasio, lo único que me importa es que delante mío hay una barra cargada con 120 kg que me pide hacer 8 repeticiones en press, que hay un saco de arena que pide que lo mueva con una yup chagi y dejarlo todo, cualquiera que sea la actividad que esté haciendo. Quiero progresar a cada minuto, cada serie tiene 2 kg más que la anterior, cada día quiero ser más grande, el mejor en lo que hago. Quiero ganarme todos los desafíos, llegar al límite, superarlo, poner una nueva marca y volverla a superar.
Quiero levantarme al día siguiente de hacer pecho y no poder ponerme la camiseta, y sentir el ácido láctico circulando por mi cuerpo. Quiero mis costillas fisuradas por una patada que no pude bloquear, un ojo morado, y una tendinitis por un press francés con 50 kg.
Dudo que tenga algo que ver con aparentar