elAjedrecista
Forero del todo a cien
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- 24 Sep 2004
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Este es un dato para todos los que piensan que las chicas y los videojuegos no combinan: Ana Oliveras, alias Anouc, es la única persona de España que ha cobrado por jugar con el ordenador. Esta videojugadora ha sido, durante los últimos tres años, miembro de SK, un grupo sueco de jugadores profesionales cuyos miembros cobran mensualmente una cantidad que oscila entre 200 y 1.000 euros, dependiendo del título, el rendimiento y la habilidad.
Como líder de grupo en Counter Strike —un juego de guerrilla urbana en la que los participantes se reparten los papeles de fuerzas de seguridad y terroristas y salen a la caza unos de otros—, Ana tenía todos los gastos pagados. “El clan me pagaba los viajes, los torneos, los hoteles y cualquier cosa que necesitara, incluido el hardware”, comenta.
Ana no sólo es la primera persona española que consiguió que le pagasen por jugar, también fue la primera que consiguió el patrocinio de una empresa y la primera que viajó a un torneo extranjero, en el año 2001. “Empecé jugando al Spectrum con mi padre y cuando llegó Internet me pasé al PC y al Quake. Llevo jugando más de ocho años a este tipo de juegos”, confiesa. No sólo es jugadora. Anouc ha creado varios clanes —grupos de personas que juegan juntas a juegos en red— femeninos con jugadoras de toda Europa y organizado un evento exclusivamente femenino —la Liga de las Mujeres Extraordinarias, o LOEW por sus siglas en inglés— que ha resultado todo un éxito.
El caso de Ana es único, pero representa el creciente interés de las empresas y los jugadores por hacer del videojuego un modo de vida. En España, sin embargo, el boom de los ciberdeportistas aún no se ha producido. “Hasta dentro de cinco años no podremos hablar de una auténtica profesionalización. Se pueden dar casos sueltos, pero aún estamos muy lejos del nivel de Corea”, comenta Sergio Fernández, responsable de comunicación de X6tence. Nacido de la fusión de dos de los mejores clanes españoles de videojuegos, X6tence es un club de deportes electrónicos, un grupo de videojugadores de elite que recorre el mundo de torneo en torneo.
Entrenan entre dos y cuatro horas casi todos los días, más si se acerca una competición importante. En el ultimo año, sus miembros han ganado más de 30.000 euros en premios y cuenta con el patrocinio de grandes empresas como AMD, ATI o Sennheiser. “Hemos conseguido no tener pérdidas y somos el grupo de juego más organizado del país” asegura Sergio. Si surge un nuevo jugador profesional en España, no hay duda; saldrá de este club.
Por lo pronto, han monopolizado la representación española en los World Ciber Games, los juegos olímpicos del videojuego que cada año organiza la multinacional coreana Samsung. De los 20 españoles que nos representarán, 15 pertenecen a X6tence. El éxito de este grupo ha dado al vuelta al mundo. La próxima semana viajarán a San Francisco para enfrentarse en el torneo mundial.
A sus filas se sumará pronto Gustavo Orihuela, alias Suker. Este granadino de 19 años fue uno de los representantes españoles en los pasados World Ciber Games. Quedó como el octavo clasificado mundial de Starcraft —un juego de estrategia en tiempo real en el que el jugador debe crear y administrar un ejército para destruir a su oponente—. Al terminar el torneo, una empresa coreana le ofreció un contrato de 120.000 euros y una residencia para permanecer allí como profesional, aunque prefirió regresar a España y seguir jugando en nuestro país.
MEDIO MILLÓN AL AÑO. Parece una locura pagar a la gente por jugar a los videojuegos, pero en algunos países los deportes electrónicos tienen casi tanto tirón como los tradicionales. En Corea del Sur, por ejemplo, hay varias cadenas dedicadas en exclusiva a los videojuegos que retransmiten partidas de Starcraft en horarios de máxima audiencia. No sorprende, por tanto que los cibercafés y juegos en red supongan para el país un negocio de 1.000 millones de euros anuales. En Estados Unidos el caso de Johnatan Wendel es el más conocido. Este americano de 22 años, que utiliza el seudónimo Fatal1ty, gana aproximadamente 45.000 euros al año sólo por participar en torneos. Lo llaman el “jugador del medio millón de dólares”. El negocio le va tan bien que ha decidido crear su propia marca de ordenadores y ropa.
Aquí, sin embargo, aún nos queda mucho para llegar a ese nivel. Por lo pronto Ana Oliveras se va a Bremen, aunque no exclusivamente para jugar. “Continuaré desde allí con mis proyectos y podré pensar con calma si crear un nuevo equipo o unirme a algún clan”. En España, todavía, jugar no es un negocio.
un copy paste de los mios
Como líder de grupo en Counter Strike —un juego de guerrilla urbana en la que los participantes se reparten los papeles de fuerzas de seguridad y terroristas y salen a la caza unos de otros—, Ana tenía todos los gastos pagados. “El clan me pagaba los viajes, los torneos, los hoteles y cualquier cosa que necesitara, incluido el hardware”, comenta.
Ana no sólo es la primera persona española que consiguió que le pagasen por jugar, también fue la primera que consiguió el patrocinio de una empresa y la primera que viajó a un torneo extranjero, en el año 2001. “Empecé jugando al Spectrum con mi padre y cuando llegó Internet me pasé al PC y al Quake. Llevo jugando más de ocho años a este tipo de juegos”, confiesa. No sólo es jugadora. Anouc ha creado varios clanes —grupos de personas que juegan juntas a juegos en red— femeninos con jugadoras de toda Europa y organizado un evento exclusivamente femenino —la Liga de las Mujeres Extraordinarias, o LOEW por sus siglas en inglés— que ha resultado todo un éxito.
El caso de Ana es único, pero representa el creciente interés de las empresas y los jugadores por hacer del videojuego un modo de vida. En España, sin embargo, el boom de los ciberdeportistas aún no se ha producido. “Hasta dentro de cinco años no podremos hablar de una auténtica profesionalización. Se pueden dar casos sueltos, pero aún estamos muy lejos del nivel de Corea”, comenta Sergio Fernández, responsable de comunicación de X6tence. Nacido de la fusión de dos de los mejores clanes españoles de videojuegos, X6tence es un club de deportes electrónicos, un grupo de videojugadores de elite que recorre el mundo de torneo en torneo.
Entrenan entre dos y cuatro horas casi todos los días, más si se acerca una competición importante. En el ultimo año, sus miembros han ganado más de 30.000 euros en premios y cuenta con el patrocinio de grandes empresas como AMD, ATI o Sennheiser. “Hemos conseguido no tener pérdidas y somos el grupo de juego más organizado del país” asegura Sergio. Si surge un nuevo jugador profesional en España, no hay duda; saldrá de este club.
Por lo pronto, han monopolizado la representación española en los World Ciber Games, los juegos olímpicos del videojuego que cada año organiza la multinacional coreana Samsung. De los 20 españoles que nos representarán, 15 pertenecen a X6tence. El éxito de este grupo ha dado al vuelta al mundo. La próxima semana viajarán a San Francisco para enfrentarse en el torneo mundial.
A sus filas se sumará pronto Gustavo Orihuela, alias Suker. Este granadino de 19 años fue uno de los representantes españoles en los pasados World Ciber Games. Quedó como el octavo clasificado mundial de Starcraft —un juego de estrategia en tiempo real en el que el jugador debe crear y administrar un ejército para destruir a su oponente—. Al terminar el torneo, una empresa coreana le ofreció un contrato de 120.000 euros y una residencia para permanecer allí como profesional, aunque prefirió regresar a España y seguir jugando en nuestro país.
MEDIO MILLÓN AL AÑO. Parece una locura pagar a la gente por jugar a los videojuegos, pero en algunos países los deportes electrónicos tienen casi tanto tirón como los tradicionales. En Corea del Sur, por ejemplo, hay varias cadenas dedicadas en exclusiva a los videojuegos que retransmiten partidas de Starcraft en horarios de máxima audiencia. No sorprende, por tanto que los cibercafés y juegos en red supongan para el país un negocio de 1.000 millones de euros anuales. En Estados Unidos el caso de Johnatan Wendel es el más conocido. Este americano de 22 años, que utiliza el seudónimo Fatal1ty, gana aproximadamente 45.000 euros al año sólo por participar en torneos. Lo llaman el “jugador del medio millón de dólares”. El negocio le va tan bien que ha decidido crear su propia marca de ordenadores y ropa.
Aquí, sin embargo, aún nos queda mucho para llegar a ese nivel. Por lo pronto Ana Oliveras se va a Bremen, aunque no exclusivamente para jugar. “Continuaré desde allí con mis proyectos y podré pensar con calma si crear un nuevo equipo o unirme a algún clan”. En España, todavía, jugar no es un negocio.
un copy paste de los mios
Frikazo
Freak
Clásico
Veterano
