No sé qué nivel de alcoholismo hay que tener para que la privación te pueda llegar a matar.
Pero con benzos, a dosis clínica no muy fuerte, he tenido los siguientes efectos de abstinencia, sólo bajándome un cuarto:
- Irritabilidad extrema y violenta (dar puñetazos al colchón o la pared).
- Espasmos musculares involuntarios.
- Convulsiones, especialmente en el abdomen.
- Temblores generalizados.
- Cataratas de sudor frío, empapado.
- Arritmias.
- Taquicardias.
- Desvanecimientos.
- Vértigos y pérdida de noción en los tres ejes.
- Visión de túnel.
- Caras totalmente deformadas, tipo alien con ojos enormes.
- Alucinaciones sonoras y táctiles.
- Hiperacusia.
- Sensación de irrealidad y despersonalización.
- Ataques de pánico.
- Dificultad respiratoria y sensación de asfixia.
- Incontinencia urinaria.
Así que recuerde, y no por tomarlas, sino por rebajar una cuarta parte de la dosis médica durante menos de tres días, ni me imagino si te lo quitas todo de golpe.
Solución médica: ingreso con inyección de midazolam, es decir, un chute de benzos todavía más potente.
Pasé dos veces por ello y paso de volver a hacerlo. Lo bueno que tengo es que conseguí que el cuerpo no me haya pedido más dosis desde hace poco más de una década.