Enésima prueba de que EEUU es un país que políticamente apenas ha superado la preadolescencia, aunque evidentemente sea una nación de enormes contrastes en materias de educación y cultura entre los estados que la constituyen. Todos conocemos esas diferencias y sabemos que a medida que vamos divisando agua salada, la cosa se vuelve más civilizada, pero es que ni así. Para las próximas elecciones el voto de un señor de Queens tendría que valer como seis de un retard de Kansas, igual que mi voto debería valer como diez votos de canis sevillanos.
Que la zorra ésta gane una cantidad significativa de apoyos por llorar en TV no es más que otra prueba de la latente inmadurez de sus habitantes en la ya de por sí irrisoria campaña electoral, cuyo funcionamiento es más o menos equivalente al del juego de la oca. Sólo faltaría que alguien pensase que la Clinton ha llorado porque se ha visto superada, se ha emocionado, blablabla... Están de vuelta de todo eso, son más listos que el americano medio, saben que tienen un público que roza el retraso mental el temas políticos y actúan en consecuencia.
Hay señores que presentan candidatura a presidente del país más poderoso de la Tierra bajo el manto del creacionismo -o diseño inteligente, que les gusta más porque suena más cool-; yo sólo informo, saquen sus conclusiones.
Por cierto, no conozco en profundidad a todos los candidatos, ni sus programas, ni falta que me hace. Mi -irrelevante- apoyo no se lo daría a ninguno, a ver si alguien todavía piensa que en EEUU no impera un pensamiento único que ríase usted de la unión soviética, siempre garantizado por la educación y por el propio sistema electoral.