¿Sabéis reconocer la belleza? Yo sí.

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9 Feb 2007
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Esto es lo que le sucedió al que para muchos está considerado como el mejor violinista del mundo en la actualidad. A ver qué opináis.

Tres días antes había llenado el auditorio de Boston a cien euros la butaca, después de hacer lo propio con auditorios de todo el mundo. Porque a sus 39 años, Joshua Bell es uno de los violinistas más reconocidos del mundo. Hace apenas tres años fue considerado el mejor artista de música clásica por la revista Billboard.

Y tras recibir baños de aplausos desde que se inició en la música como niño prodigio, decidió probar suerte un rato en el metro de Washington. El objetivo, «comprobar si la gente está preparada para reconocer la belleza», explica el violinista a The Washington Post, experimento que también recoge El País.

Vestido con vaqueros, una camiseta y una gorra para evitar que fuera reconocido, tocó 43 minutos en una estación céntrica y en hora punta. Y dio este informal recital con una pieza muy valiosa entre sus manos, un violín Stradivarius de 1713.

El experto Leonard Slatkin, director de la Orquesta Sinfónica de Estados Unidos, había previsto que el músico recaudaría unos 150 dólares y que al menos 35 personas le haría un corro del millar de ciudadanos que pasarían por los pasillos del metro, explican en El País.

También predijo que al menos un centenar de personas echaría dinero en la gorra de uno de los violinistas más reconocidos.

Pero no fue precisamente esto lo que ocurrió. Pasaron tres minutos hasta que un hombre desvió su mirada para fijarse en el músico. Y de cien personas echando dinero a su gorra, nada. A los 43 minutos habían pasado ante él 1.070 personas y sólo 27 le dieron dinero, la mayoría sin pararse. En total, ganó 32 dólares. Tampoco se crearon corros, relatan en El País. Sólo una persona se detuvo seis minutos a escucharle.

«Era una sensación extraña, la gente me estaba... ignorando», explica Bell al Washington Post. El músico, que le irrita que en sus conciertos la gente tosa o que un teléfono móvil interrumpa su concentración, se sentía «extrañamente agradecido» en el metro cuando alguien le tiraba unos centavos.

El vídeo:

https://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/04/04/AR2007040401721.html?hpid=topnews

Dos artículos sobre el asunto:


https://www.elpais.com/articulo/ultima/Impasibles/Stradivarius/elpepuint/20070410elpepiult_1/Tes

https://www.elpais.com/articulo/cultura/belleza/pasa/desapercibida/elpepucul/20070409elpepucul_1/Tes

Yo estoy acostumbrado a ver el fenómeno, pero este caso es el ejemplo extremo de que la manipulación, la despersonalización y el embrutecimiento en general son lo normal, lo bien visto incluso. No es nada nuevo, pero la noticia me pareció curiosa e ilustrativa. Hala.
 
Esto es lo que le sucedió al que para muchos está considerado como el mejor violinista del mundo en la actualidad. A ver qué opináis.

Tres días antes había llenado el auditorio de Boston a cien euros la butaca, después de hacer lo propio con auditorios de todo el mundo. Porque a sus 39 años, Joshua Bell es uno de los violinistas más reconocidos del mundo. Hace apenas tres años fue considerado el mejor artista de música clásica por la revista Billboard.

Y tras recibir baños de aplausos desde que se inició en la música como niño prodigio, decidió probar suerte un rato en el metro de Washington. El objetivo, «comprobar si la gente está preparada para reconocer la belleza», explica el violinista a The Washington Post, experimento que también recoge El País.

Vestido con vaqueros, una camiseta y una gorra para evitar que fuera reconocido, tocó 43 minutos en una estación céntrica y en hora punta. Y dio este informal recital con una pieza muy valiosa entre sus manos, un violín Stradivarius de 1713.

El experto Leonard Slatkin, director de la Orquesta Sinfónica de Estados Unidos, había previsto que el músico recaudaría unos 150 dólares y que al menos 35 personas le haría un corro del millar de ciudadanos que pasarían por los pasillos del metro, explican en El País.

También predijo que al menos un centenar de personas echaría dinero en la gorra de uno de los violinistas más reconocidos.

Pero no fue precisamente esto lo que ocurrió. Pasaron tres minutos hasta que un hombre desvió su mirada para fijarse en el músico. Y de cien personas echando dinero a su gorra, nada. A los 43 minutos habían pasado ante él 1.070 personas y sólo 27 le dieron dinero, la mayoría sin pararse. En total, ganó 32 dólares. Tampoco se crearon corros, relatan en El País. Sólo una persona se detuvo seis minutos a escucharle.

«Era una sensación extraña, la gente me estaba... ignorando», explica Bell al Washington Post. El músico, que le irrita que en sus conciertos la gente tosa o que un teléfono móvil interrumpa su concentración, se sentía «extrañamente agradecido» en el metro cuando alguien le tiraba unos centavos.

El vídeo:

https://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/04/04/AR2007040401721.html?hpid=topnews

Dos artículos sobre el asunto:


https://www.elpais.com/articulo/ultima/Impasibles/Stradivarius/elpepuint/20070410elpepiult_1/Tes

https://www.elpais.com/articulo/cultura/belleza/pasa/desapercibida/elpepucul/20070409elpepucul_1/Tes

Yo estoy acostumbrado a ver el fenómeno, pero este caso es el ejemplo extremo de que la manipulación, la despersonalización y el embrutecimiento en general son lo normal, lo bien visto incluso. No es nada nuevo, pero la noticia me pareció curiosa e ilustrativa. Hala.
 
Pues me parece de lo más normal.

Yo paso todos los dias por una estación de metro en la que hay violinistas, saxofonistas, acordeonistas, etc. Y generalmente voy pensando en lo tarde que llego al trabajo, y escuchando el MP3.

No a todo el mundo le suena la música clásica, seguro que la mayor parte de nosotros no reconoceríamos a ningún violonchelista o flautista de prestigio.

Pon a U2 o a Jean Michelle Jarre en el metro, verás como si lo reconocen, y alguno hasta se para un par de minutos y se quita los auriculares.

Es como si pones un cuadro abstracto realizado por el autor a base de echar flemas contra el lienzo, a lo mejor vale miles de millones pero pasaría bastante desapercibido si lo pones en una estación de metro, en un parque o incluso en un contenedor de basura.

Y todo el que lo viera estaría ignorando esa ¿obra de arte?

En fin, un acto efectista con un resultado más que previsible, y una confimación de que el arte no vale más de lo que quien lo disfruta (o no) le otorgue en ese momento, situación y contexto.
 
Pues me parece de lo más normal.

Yo paso todos los dias por una estación de metro en la que hay violinistas, saxofonistas, acordeonistas, etc. Y generalmente voy pensando en lo tarde que llego al trabajo, y escuchando el MP3.

No a todo el mundo le suena la música clásica, seguro que la mayor parte de nosotros no reconoceríamos a ningún violonchelista o flautista de prestigio.

Pon a U2 o a Jean Michelle Jarre en el metro, verás como si lo reconocen, y alguno hasta se para un par de minutos y se quita los auriculares.

Es como si pones un cuadro abstracto realizado por el autor a base de echar flemas contra el lienzo, a lo mejor vale miles de millones pero pasaría bastante desapercibido si lo pones en una estación de metro, en un parque o incluso en un contenedor de basura.

Y todo el que lo viera estaría ignorando esa ¿obra de arte?

En fin, un acto efectista con un resultado más que previsible, y una confimación de que el arte no vale más de lo que quien lo disfruta (o no) le otorgue en ese momento, situación y contexto.
 
Pasar del mejor violinista del mundo como si fuera un perroflauta, para pagar esa misma noche una pasta por verle, convenientemente autosugestionado de que vas a presenciar algo refinado, elevado, trascendente, selecto, que te coloca por encima del tarugo de tu vecino que se queda en casa viendo la tele y comiendo pizza... Es la anticultura, la asunción colectiva del rol de rebaño.
 
Pasar del mejor violinista del mundo como si fuera un perroflauta, para pagar esa misma noche una pasta por verle, convenientemente autosugestionado de que vas a presenciar algo refinado, elevado, trascendente, selecto, que te coloca por encima del tarugo de tu vecino que se queda en casa viendo la tele y comiendo pizza... Es la anticultura, la asunción colectiva del rol de rebaño.
 
Nos ha jodido, ¡a ver quién es el guapo que se para a escuchar nada en el metro a hora punta! En ese momento y lugar, las necesidades estéticas son las últimas que uno piensa en satisfacer.

Si le hubieran puesto a tocar en un parque (adonde la gente va a pasar el rato y relajarse) seguro que el resultado hubiera sido muy distinto. Es de cajón, vamos.
 
Nos ha jodido, ¡a ver quién es el guapo que se para a escuchar nada en el metro a hora punta! En ese momento y lugar, las necesidades estéticas son las últimas que uno piensa en satisfacer.

Si le hubieran puesto a tocar en un parque (adonde la gente va a pasar el rato y relajarse) seguro que el resultado hubiera sido muy distinto. Es de cajón, vamos.
 
MaromeroPaez rebuznó:
Nos ha jodido, ¡a ver quién es el guapo que se para a escuchar nada en el metro a hora punta! En ese momento y lugar, las necesidades estéticas son las últimas que uno piensa en satisfacer.
¿Necesidades estéticas? Es una forma de verlo. ¿Es la cultura un mero entretenimiento?

Una de las preguntas que se me ocurren es: ¿puedes emplear treinta segundos de tu vida en contemplar la belleza absoluta, o todo lo demás es más importante? Y no me digáis que ese medio minuto salvará el plato de comida de todas y cada una de las personas que por allí pasaban, eso sería dramatizar demasiado.
 
MaromeroPaez rebuznó:
Nos ha jodido, ¡a ver quién es el guapo que se para a escuchar nada en el metro a hora punta! En ese momento y lugar, las necesidades estéticas son las últimas que uno piensa en satisfacer.
¿Necesidades estéticas? Es una forma de verlo. ¿Es la cultura un mero entretenimiento?

Una de las preguntas que se me ocurren es: ¿puedes emplear treinta segundos de tu vida en contemplar la belleza absoluta, o todo lo demás es más importante? Y no me digáis que ese medio minuto salvará el plato de comida de todas y cada una de las personas que por allí pasaban, eso sería dramatizar demasiado.
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
MaromeroPaez rebuznó:
Nos ha jodido, ¡a ver quién es el guapo que se para a escuchar nada en el metro a hora punta! En ese momento y lugar, las necesidades estéticas son las últimas que uno piensa en satisfacer.
¿Necesidades estéticas? Es una forma de verlo. ¿Es la cultura un mero entretenimiento?

Una de las preguntas que se me ocurren es: ¿puedes emplear treinta segundos de tu vida en contemplar la belleza absoluta, o todo lo demás es más importante? Y no me digáis que ese medio minuto salvará el plato de comida de todas y cada una de las personas que por allí pasaban, eso sería dramatizar demasiado.

La pirámide de Maslow nos gobierna, amigo...
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
MaromeroPaez rebuznó:
Nos ha jodido, ¡a ver quién es el guapo que se para a escuchar nada en el metro a hora punta! En ese momento y lugar, las necesidades estéticas son las últimas que uno piensa en satisfacer.
¿Necesidades estéticas? Es una forma de verlo. ¿Es la cultura un mero entretenimiento?

Una de las preguntas que se me ocurren es: ¿puedes emplear treinta segundos de tu vida en contemplar la belleza absoluta, o todo lo demás es más importante? Y no me digáis que ese medio minuto salvará el plato de comida de todas y cada una de las personas que por allí pasaban, eso sería dramatizar demasiado.

La pirámide de Maslow nos gobierna, amigo...
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
¿Es la cultura un mero entretenimiento?

Sí, el arte es entretenimiento. Refinado y sublime, pero entretenimiento y diversión para los sentidos y el entendimiento.

Cualquier otra idea es pervertirlo y, de hecho, la aberración moderna de considerar el arte ajeno al entretenimiento ha llevado a la creación de eso que se llama arte moderno del que viven artistas y críticos y que aborrece el resto de la humanidad (excepto los gafapatas, esclavos de su apariencia).

En cuanto a la anécdota del violinita, es normal:

a) A no todo el mundo le gusta la música de violín.
b) El metro no es el mejor lugar para apreciarla.
c) Aun gustando y llevando predisposición, el metro suele cogerse para ir de un lugar a otro con prisa.
d) Cualquier que hubiese pensado que iba a tener éxito es un idiota sin arte ni juicio.
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
¿Es la cultura un mero entretenimiento?

Sí, el arte es entretenimiento. Refinado y sublime, pero entretenimiento y diversión para los sentidos y el entendimiento.

Cualquier otra idea es pervertirlo y, de hecho, la aberración moderna de considerar el arte ajeno al entretenimiento ha llevado a la creación de eso que se llama arte moderno del que viven artistas y críticos y que aborrece el resto de la humanidad (excepto los gafapatas, esclavos de su apariencia).

En cuanto a la anécdota del violinita, es normal:

a) A no todo el mundo le gusta la música de violín.
b) El metro no es el mejor lugar para apreciarla.
c) Aun gustando y llevando predisposición, el metro suele cogerse para ir de un lugar a otro con prisa.
d) Cualquier que hubiese pensado que iba a tener éxito es un idiota sin arte ni juicio.
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
Pasar del mejor violinista del mundo como si fuera un perroflauta, para pagar esa misma noche una pasta por verle, convenientemente autosugestionado de que vas a presenciar algo refinado, elevado, trascendente, selecto, que te coloca por encima del tarugo de tu vecino que se queda en casa viendo la tele y comiendo pizza... Es la anticultura, la asunción colectiva del rol de rebaño.


No está hecha la miel para el paladar del pollino, y en cuanto a los que no lo son, cuando van a su trabajo no van pensando ni en música, ni en poesía, ni en nada parecido.

Y por mucho que a alguien le guste y tenga ganas de haberse parado (alguna vez me ha pasado), normalmente el ritmo que te impone una gran ciudad no te permite esos lujos, así que simplemente pasas de largo.

Que prueben a poner al mismo tipo en la plaza del pueblo de Bollullos del Condado, verá como se llena. ¿Será que allí tienen una mayor cultura musical que en el metro de Washington?

Qui lo sa...
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
Pasar del mejor violinista del mundo como si fuera un perroflauta, para pagar esa misma noche una pasta por verle, convenientemente autosugestionado de que vas a presenciar algo refinado, elevado, trascendente, selecto, que te coloca por encima del tarugo de tu vecino que se queda en casa viendo la tele y comiendo pizza... Es la anticultura, la asunción colectiva del rol de rebaño.


No está hecha la miel para el paladar del pollino, y en cuanto a los que no lo son, cuando van a su trabajo no van pensando ni en música, ni en poesía, ni en nada parecido.

Y por mucho que a alguien le guste y tenga ganas de haberse parado (alguna vez me ha pasado), normalmente el ritmo que te impone una gran ciudad no te permite esos lujos, así que simplemente pasas de largo.

Que prueben a poner al mismo tipo en la plaza del pueblo de Bollullos del Condado, verá como se llena. ¿Será que allí tienen una mayor cultura musical que en el metro de Washington?

Qui lo sa...
 
caco3 rebuznó:
Sí, el arte es entretenimiento. Refinado y sublime, pero entretenimiento y diversión para los sentidos y el entendimiento.

Cualquier otra idea es pervertirlo y, de hecho, la aberración moderna de considerar el arte ajeno al entretenimiento ha llevado a la creación de eso que se llama arte moderno del que viven artistas y críticos y que aborrece el resto de la humanidad (excepto los gafapatas, esclavos de su apariencia).
"Un mero entretenimiento", he dicho. No que sea indiferente al aburrimiento, sino si ocupa un lugar secundario en la sociedad, si sirve sólo como intermedio para cuestiones importantes de personas importantes (¿convencemos a los malos o los encarcelamos? ¿debe dimitir Aragonés? ¿dónde está la corbata azul, cariño?), o si la cima de todo debería ser (lo es) es la contemplación de la belleza.
a) A no todo el mundo le gusta la música de violín.
Que no escuches violín en tu casa no significa que debas permanecer cual ladrillo cuando el mejor violinista del mundo se planta en tus narices. Es puro instinto.
b) El metro no es el mejor lugar para apreciarla.
Haciendo el experimento en el metro no se busca el mejor escenario, obviamente; la cuestión es si la gente se deja llevar más por el escenario o por el intérprete.
c) Aun gustando y llevando predisposición, el metro suele cogerse para ir de un lugar a otro con prisa.
Treinta segundos, señores. 30.
d) Cualquier que hubiese pensado que iba a tener éxito es un idiota sin arte ni juicio.
No creo que se lo plantearan en plan "Where the streets have no name" y tal. Ni por pasta.
 
caco3 rebuznó:
Sí, el arte es entretenimiento. Refinado y sublime, pero entretenimiento y diversión para los sentidos y el entendimiento.

Cualquier otra idea es pervertirlo y, de hecho, la aberración moderna de considerar el arte ajeno al entretenimiento ha llevado a la creación de eso que se llama arte moderno del que viven artistas y críticos y que aborrece el resto de la humanidad (excepto los gafapatas, esclavos de su apariencia).
"Un mero entretenimiento", he dicho. No que sea indiferente al aburrimiento, sino si ocupa un lugar secundario en la sociedad, si sirve sólo como intermedio para cuestiones importantes de personas importantes (¿convencemos a los malos o los encarcelamos? ¿debe dimitir Aragonés? ¿dónde está la corbata azul, cariño?), o si la cima de todo debería ser (lo es) es la contemplación de la belleza.
a) A no todo el mundo le gusta la música de violín.
Que no escuches violín en tu casa no significa que debas permanecer cual ladrillo cuando el mejor violinista del mundo se planta en tus narices. Es puro instinto.
b) El metro no es el mejor lugar para apreciarla.
Haciendo el experimento en el metro no se busca el mejor escenario, obviamente; la cuestión es si la gente se deja llevar más por el escenario o por el intérprete.
c) Aun gustando y llevando predisposición, el metro suele cogerse para ir de un lugar a otro con prisa.
Treinta segundos, señores. 30.
d) Cualquier que hubiese pensado que iba a tener éxito es un idiota sin arte ni juicio.
No creo que se lo plantearan en plan "Where the streets have no name" y tal. Ni por pasta.
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
Que no escuches violín en tu casa no significa que debas permanecer cual ladrillo cuando el mejor violinista del mundo se planta en tus narices. Es puro instinto.

Hubiera quedado mejor algo así como 'olfato', queda como más poético y sensorial.

Una Bellísima Persona rebuznó:
caco3 rebuznó:
c) Aun gustando y llevando predisposición, el metro suele cogerse para ir de un lugar a otro con prisa.
Treinta segundos, señores. 30.

Por 10 segundos puedes perder un metro, y como tengas que hacer una conexión con un bus o tren de cercanías y vayas justo, ya ni cuento la gracia que te hace. Y más cuando tienes actuaciones de músicos en directo en el metro todos los dias, y eso cuando no se te cuelan en los vagones.
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
Que no escuches violín en tu casa no significa que debas permanecer cual ladrillo cuando el mejor violinista del mundo se planta en tus narices. Es puro instinto.

Hubiera quedado mejor algo así como 'olfato', queda como más poético y sensorial.

Una Bellísima Persona rebuznó:
caco3 rebuznó:
c) Aun gustando y llevando predisposición, el metro suele cogerse para ir de un lugar a otro con prisa.
Treinta segundos, señores. 30.

Por 10 segundos puedes perder un metro, y como tengas que hacer una conexión con un bus o tren de cercanías y vayas justo, ya ni cuento la gracia que te hace. Y más cuando tienes actuaciones de músicos en directo en el metro todos los dias, y eso cuando no se te cuelan en los vagones.
 
Creo que el error de base es creer que las personas que cogen el metro a hora punta corriendo en Washington y los que se pueden permitir pagar 100 eypos la butaca y llevar esmoquin a un palacio de la ópera o teatro son las mismas con las mismas inquietudes. Como ya habéis dicho antes que pongan al guitarrista de U2 o de Queen a hacer el indio en el mismo sitio y comprueben los resultados.
 
Creo que el error de base es creer que las personas que cogen el metro a hora punta corriendo en Washington y los que se pueden permitir pagar 100 eypos la butaca y llevar esmoquin a un palacio de la ópera o teatro son las mismas con las mismas inquietudes. Como ya habéis dicho antes que pongan al guitarrista de U2 o de Queen a hacer el indio en el mismo sitio y comprueben los resultados.
 
Manolito rebuznó:
Creo que el error de base es creer que las personas que cogen el metro a hora punta corriendo en Washington y los que se pueden permitir pagar 100 eypos la butaca y llevar esmoquin a un palacio de la ópera o teatro son las mismas con las mismas inquietudes.
Elitismo. Ese noble deporte.

JesusChristo rebuznó:
Hubiera quedado mejor algo así como 'olfato', queda como más poético y sensorial.
Me quedo con instinto.

Instinto

-Móvil atribuido a un acto, sentimiento, etc., que obedece a una razón profunda, sin que se percate de ello quien lo realiza o siente.

-Facultad que permite valorar o apreciar ciertas cosas. Tiene instinto pictórico.

-Impulso o movimiento divino, referido a inspiraciones sobrenaturales.

-Instigación o sugestión.

JesusChristo rebuznó:
Por 10 segundos puedes perder un metro, y como tengas que hacer una conexión con un bus o tren de cercanías y vayas justo, ya ni cuento la gracia que te hace. Y más cuando tienes actuaciones de músicos en directo en el metro todos los dias, y eso cuando no se te cuelan en los vagones.
Si ves el video, no se aprecian esos niveles extremos de prisa a los que te refieres. Ves músicos en directo todos los días, pero no como el pavo éste. Normalmente se da por supuesto que puede bajar Dios a tocar el violín mientras uno hace cosas más importantes, como comprar el periódico delante de él sin prestarle atención, o hablar de fútbol a gritos en sus narices porque sólo es un maldito músico callejero.
 
Manolito rebuznó:
Creo que el error de base es creer que las personas que cogen el metro a hora punta corriendo en Washington y los que se pueden permitir pagar 100 eypos la butaca y llevar esmoquin a un palacio de la ópera o teatro son las mismas con las mismas inquietudes.
Elitismo. Ese noble deporte.

JesusChristo rebuznó:
Hubiera quedado mejor algo así como 'olfato', queda como más poético y sensorial.
Me quedo con instinto.

Instinto

-Móvil atribuido a un acto, sentimiento, etc., que obedece a una razón profunda, sin que se percate de ello quien lo realiza o siente.

-Facultad que permite valorar o apreciar ciertas cosas. Tiene instinto pictórico.

-Impulso o movimiento divino, referido a inspiraciones sobrenaturales.

-Instigación o sugestión.

JesusChristo rebuznó:
Por 10 segundos puedes perder un metro, y como tengas que hacer una conexión con un bus o tren de cercanías y vayas justo, ya ni cuento la gracia que te hace. Y más cuando tienes actuaciones de músicos en directo en el metro todos los dias, y eso cuando no se te cuelan en los vagones.
Si ves el video, no se aprecian esos niveles extremos de prisa a los que te refieres. Ves músicos en directo todos los días, pero no como el pavo éste. Normalmente se da por supuesto que puede bajar Dios a tocar el violín mientras uno hace cosas más importantes, como comprar el periódico delante de él sin prestarle atención, o hablar de fútbol a gritos en sus narices porque sólo es un maldito músico callejero.
 
Una Bellísima Persona rebuznó:
Manolito rebuznó:
Creo que el error de base es creer que las personas que cogen el metro a hora punta corriendo en Washington y los que se pueden permitir pagar 100 eypos la butaca y llevar esmoquin a un palacio de la ópera o teatro son las mismas con las mismas inquietudes.
Elitismo. Ese noble deporte.

No es elitismo sino una obviedad como un piano de grande. Por otro lado hay por ahí un estudio de la policía de los Estados Unidos en el que meten un hombre disfrazado de conejo rosa y no sé qué polladas más en un centro comercial. Después preguntan a las personas que han estado allí y se demuestra que cada una ha visto lo que buenamente le ha salido de los cojones. Aplícalo a lo del violinista y ya tienes un motivo por el cual no le dejan dinero ni le aplauden al mocé.

Otro caso parecido es el de un cuadro pintado por niños en la exposición ARCO de este año. Podían haberlo vendido por millones si hubieran querido los galeristas, lo mismo pasaba con un extintor colocado estratégicamente en un stand de la feria otro año.

El valor del arte es bastante relativo pues.
 
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