Por lo que cuenta el amiguete, debe ser bastante joven. Pero ya que he pasado por este hilo, echémosle un cable.
Si es una tía jamona, no espere que le venga a usted con más de lo que ya le ha venido. Las jamonas no hacen eso. No vendrá a ofrecérsele, o toma iniciativa o la perderá.
¿Qué hay que hacer pues? Devolverle las señales. Dígale cualquier cosa, establezca contacto. Y que sea evidente que le está devolviendo el envite. Por poner ejemplo, un tanto ridículo y absurdo pero que se entiende, pregúntele la hora cuando esté al lado de un enorme reloj de pared. Así de fácil. Ni hay que ser original ni elaborar un rebuscado plan.
Si le preocupa haber malinterpretado y quedar en evidencia, que a mí me daría lo mismo pero entiendo que ese temor pueda aparecer, por preguntar la hora no va a pasar. Y si no hay malinterpretación, lo notará enseguida. Y los acontecimientos empezarán a rodar de forma natural hacia su destino final, el catre.