El tema es interesante.
Las extranjeras, supongo, lo tendrán más facil. Se vuelven a su casa y, si han echado bien las cuentas, compran la casa o se montan su pequeño negocio y tienen para mantener a la familia (el ex-marido policía incluido, brrr, he oido por lo menos tres veces la historia del marido policia. vendrá en el manual).
Pero, las españolas? Con un cambio de look, un nuevo trabajo y un traslado de Coruña a Cartagena (no, a Cartagena, no! que están los marines, jeje), a Cáceres!... ya será suficiente?
Me parece que no. O tiene las cosas bien claras, o siempre se sentirá estigmatizada. En este país de cainitas, qué podemos esperar?
Aio