antonio fernandez garcia
Forero del todo a cien
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- 23 Nov 2004
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Llegan las navidades, y hay que ser feliz, por huevos.
Por lo tanto cedemos a la celebración de una serie de actos cuyo propósito original no es otro que ese... hacernos ver lo felices que somos. Quizá me salte alguno, si es así ponedlo vosotros...
1º NOCHEBUENA
Este día comienza oficialmente la Navidad. Se impone una cena familiar, normalmente intima (padre, madre, hermanos y algún que otro abuelo), donde por una vez el hartarse de comer como cerdos está bien visto, y donde en una sola cena está el presupuesto de una semana de trabajo.
Esa noche es ideal para que los problemas que hay en casa salgan a la luz. La señora madre está cabreada porque se ha pasado cocinando desde las dos de la tarde. El señor padre está cabreado porque se ha gastado un auténtico pastón, cuando lo único que quiere es beberse un buen Whisky e irse a dormir... y quizás con suerte echar un polvo, que esta semana ya toca.
El hermano mayor está puteado porque los exámenes de diciembre de la universidad le han salido faltal. La hermana adolescente tiene un comecocos de campeonato porque lleva un retraso de dos semanas en la regla, y el novio le pone los cuernos con su amiga. Y al niño pequeño le jode que el regalo de reyes se lo hagan el día antes de volver al colegio, cuando lo que él quiere es jugar al videojuego que le gusta durante toda la navidad.
Para postre el abuelo necesita que le cambien la sonda, pero se está aguantando porque su yerna tiene esa noche cara de mala leche y no quiere problemas...
El clima es, por tanto, idóneo para las broncas, que invariablemente empiezan siempre de la misma forma.
La mesa puesta, todos sentados, y empiezan a comer. A los cinco minutos, alguien (y da igual quien sea) hace un comentario o una pregunta intrascendente, ahí van algunos ejemplos:
Padre al hijo: ¿y esos exámenes como han ido?.
Madre al hijo: ¿Has echado a ropa sucia al cesto para lavar?.
Hija a la madre: Estas gambas están rancias.
Madre a la hija: ¿Con quién sales esta noche?.
Hijo pequeño al padre: ¿me vas a comprar el videojuego que me gusta?.
Abuelo al padre: Hijo me duele la sonda...
Son sólo algunos ejemplos. Tras esos comentarios o preguntas, empieza el Reality Show.
La respuesta suele ser siempre en voz media – baja, irónica y que denota un gran hartazgo de esta vida.
Hijo al padre: Y yo que sé, ya veré cuando salgan las notas.
Hijo a la madre: No, Mañana la echo a lavar, no se va a mover de ahí.
Madre a la hija: Pues haberlas preparado tu, que no me has ayudado en nada.
Hija a la madre: Con un amigo, a lo mejor llego un poco más tarde.
Padre al hijo pequeño: No estaba pensando yo nada más que en eso, no te jode.
Tras esa respuesta siempre pasa igual, el otro contesta airado y agraviado, un tercero entra al trapo en la discusión y a los cinco minutos la madre le está llamando golfa y puta la hija, mientras esta le tira las gambas rancias al hermano a la cara y este se levanta de la mesa tirando la silla al suelo y dando un portazo, mientras el padre estrangula al hijo que disimuladamente le pega patadas al abuelo por debajo de la mesa.
Tras esa catarsis familiar, cada uno se desentiende totalmente de los demás y se pasan el resto del año sin hablarse.
2º EL PRIMER FINDE DE NAVIDAD
Aquí se impone pasarlo mejor que cualquier otro fin de semana del año, por lo que los tios salen a la calle en plan Tigre de Bengala en celo, y las tias se visten con sus mejores galas para provocar y gustar al personal.
Al final los tios y las tias, lejos de acabar follando, acaban borrachos como cubas, echandose las potas el uno al otro y acabando malitos en cama todo el fin de semana.
A los tres dias, cuando se levantan de la cama y miran en los pantalones o bolsos, se dan cuenta que los 70 euros que tenían se ha volatilizado, o peor aún, se han convertido en garrafón concentrado y mál metabolizado, provocándoles resaca y malestar para el resto de la semana.
Suele ser en esta semana cuando el hermano se fija en que la hermana está buena, se la folla y la susodicha acaba preñada, pero no pasa nada, esto ocurre hasta en las mejores familias...
3º NOCHEVIEJA
Aquí se vuelve a producir la cena familiar, pero con un componente añadido: EL RESTO DE LA FAMILIA SE UNE A LA FIESTA.
Todo transcurre más o menos igual, pero ahora las referencias irónicas van diriginas a los cuernos del Consuegro mientras la abuela procura por todos los medios hacer ver a la mujer de su hijo lo mala madre que es. Los primos intentan follarse a sus primas (que ya están embarazadas del hermano) y los niños pequeños se pelean entre si, generando odios que perdurarán años y años.
Eso si, cuando suenan las campanadas y tras dos horas pelando las uvas, todos gritan euróricamente “FELICIDADES” y se dan algunos besos de mala gana, en plan “¡que remedio!”.
El final siempre es igual, cuando uno sale de la casa a la que ha sido invitado, o los invitados salen de la casa que uno ha ofrecido para la cena, todos suspiran aliviados y se preguntan porqué deben pasar por ese martirio todos los años.
4º AÑONUEVO
Aquí no es como en EE.UU., donde todos hacen propósitos para el año nuevo y que todo vaya mejor. Aquí es al revés, todos se quejan de lo mal que les ha ido el año y lo que hubieran podido hacer y no han hecho (estudiar, trabajar, follar, etc).
A los dos dias de de Nochevieja, uno se siente fatal y está deseando que se acaban las putas navidades de los cojones, mientras al mismo tiempo esperan que duren unos dos o tres meses más para poder recuperarse de estas espantodas fiestas y celebraciones.
5º LOS REYES
Quizá es esta la mejor fiesta de la navidad.
La gente sale y se congela los huevos mientras se pelean unos con otros para recoger caramelos de tan mala calidad que no los venden ni en las tiendas de chucherías.
Los niños son felices durante 15 minutos con su regalo, tras lo cual lo ponen encima del armario y se olvidan de él.
Los padre reciben de los hijos unos libros muy caros que nunca leerán y los hijos reciben de los padres cd’s de música que no les gustan.
Pero al menos tienen un motivo para ser felices... ¡¡¡LAS NAVIDADES SE ACABAN MAÑANA!!!
Por lo tanto cedemos a la celebración de una serie de actos cuyo propósito original no es otro que ese... hacernos ver lo felices que somos. Quizá me salte alguno, si es así ponedlo vosotros...
1º NOCHEBUENA
Este día comienza oficialmente la Navidad. Se impone una cena familiar, normalmente intima (padre, madre, hermanos y algún que otro abuelo), donde por una vez el hartarse de comer como cerdos está bien visto, y donde en una sola cena está el presupuesto de una semana de trabajo.
Esa noche es ideal para que los problemas que hay en casa salgan a la luz. La señora madre está cabreada porque se ha pasado cocinando desde las dos de la tarde. El señor padre está cabreado porque se ha gastado un auténtico pastón, cuando lo único que quiere es beberse un buen Whisky e irse a dormir... y quizás con suerte echar un polvo, que esta semana ya toca.
El hermano mayor está puteado porque los exámenes de diciembre de la universidad le han salido faltal. La hermana adolescente tiene un comecocos de campeonato porque lleva un retraso de dos semanas en la regla, y el novio le pone los cuernos con su amiga. Y al niño pequeño le jode que el regalo de reyes se lo hagan el día antes de volver al colegio, cuando lo que él quiere es jugar al videojuego que le gusta durante toda la navidad.
Para postre el abuelo necesita que le cambien la sonda, pero se está aguantando porque su yerna tiene esa noche cara de mala leche y no quiere problemas...
El clima es, por tanto, idóneo para las broncas, que invariablemente empiezan siempre de la misma forma.
La mesa puesta, todos sentados, y empiezan a comer. A los cinco minutos, alguien (y da igual quien sea) hace un comentario o una pregunta intrascendente, ahí van algunos ejemplos:
Padre al hijo: ¿y esos exámenes como han ido?.
Madre al hijo: ¿Has echado a ropa sucia al cesto para lavar?.
Hija a la madre: Estas gambas están rancias.
Madre a la hija: ¿Con quién sales esta noche?.
Hijo pequeño al padre: ¿me vas a comprar el videojuego que me gusta?.
Abuelo al padre: Hijo me duele la sonda...
Son sólo algunos ejemplos. Tras esos comentarios o preguntas, empieza el Reality Show.
La respuesta suele ser siempre en voz media – baja, irónica y que denota un gran hartazgo de esta vida.
Hijo al padre: Y yo que sé, ya veré cuando salgan las notas.
Hijo a la madre: No, Mañana la echo a lavar, no se va a mover de ahí.
Madre a la hija: Pues haberlas preparado tu, que no me has ayudado en nada.
Hija a la madre: Con un amigo, a lo mejor llego un poco más tarde.
Padre al hijo pequeño: No estaba pensando yo nada más que en eso, no te jode.
Tras esa respuesta siempre pasa igual, el otro contesta airado y agraviado, un tercero entra al trapo en la discusión y a los cinco minutos la madre le está llamando golfa y puta la hija, mientras esta le tira las gambas rancias al hermano a la cara y este se levanta de la mesa tirando la silla al suelo y dando un portazo, mientras el padre estrangula al hijo que disimuladamente le pega patadas al abuelo por debajo de la mesa.
Tras esa catarsis familiar, cada uno se desentiende totalmente de los demás y se pasan el resto del año sin hablarse.
2º EL PRIMER FINDE DE NAVIDAD
Aquí se impone pasarlo mejor que cualquier otro fin de semana del año, por lo que los tios salen a la calle en plan Tigre de Bengala en celo, y las tias se visten con sus mejores galas para provocar y gustar al personal.
Al final los tios y las tias, lejos de acabar follando, acaban borrachos como cubas, echandose las potas el uno al otro y acabando malitos en cama todo el fin de semana.
A los tres dias, cuando se levantan de la cama y miran en los pantalones o bolsos, se dan cuenta que los 70 euros que tenían se ha volatilizado, o peor aún, se han convertido en garrafón concentrado y mál metabolizado, provocándoles resaca y malestar para el resto de la semana.
Suele ser en esta semana cuando el hermano se fija en que la hermana está buena, se la folla y la susodicha acaba preñada, pero no pasa nada, esto ocurre hasta en las mejores familias...
3º NOCHEVIEJA
Aquí se vuelve a producir la cena familiar, pero con un componente añadido: EL RESTO DE LA FAMILIA SE UNE A LA FIESTA.
Todo transcurre más o menos igual, pero ahora las referencias irónicas van diriginas a los cuernos del Consuegro mientras la abuela procura por todos los medios hacer ver a la mujer de su hijo lo mala madre que es. Los primos intentan follarse a sus primas (que ya están embarazadas del hermano) y los niños pequeños se pelean entre si, generando odios que perdurarán años y años.
Eso si, cuando suenan las campanadas y tras dos horas pelando las uvas, todos gritan euróricamente “FELICIDADES” y se dan algunos besos de mala gana, en plan “¡que remedio!”.
El final siempre es igual, cuando uno sale de la casa a la que ha sido invitado, o los invitados salen de la casa que uno ha ofrecido para la cena, todos suspiran aliviados y se preguntan porqué deben pasar por ese martirio todos los años.
4º AÑONUEVO
Aquí no es como en EE.UU., donde todos hacen propósitos para el año nuevo y que todo vaya mejor. Aquí es al revés, todos se quejan de lo mal que les ha ido el año y lo que hubieran podido hacer y no han hecho (estudiar, trabajar, follar, etc).
A los dos dias de de Nochevieja, uno se siente fatal y está deseando que se acaban las putas navidades de los cojones, mientras al mismo tiempo esperan que duren unos dos o tres meses más para poder recuperarse de estas espantodas fiestas y celebraciones.
5º LOS REYES
Quizá es esta la mejor fiesta de la navidad.
La gente sale y se congela los huevos mientras se pelean unos con otros para recoger caramelos de tan mala calidad que no los venden ni en las tiendas de chucherías.
Los niños son felices durante 15 minutos con su regalo, tras lo cual lo ponen encima del armario y se olvidan de él.
Los padre reciben de los hijos unos libros muy caros que nunca leerán y los hijos reciben de los padres cd’s de música que no les gustan.
Pero al menos tienen un motivo para ser felices... ¡¡¡LAS NAVIDADES SE ACABAN MAÑANA!!!