Vamos a ver..la mujer es un ser PROFUNDAMENTE INSINCERO. La insinceridad es su naturaleza. No se trata de insinceridad para con el varón (ello podría explicarse con atenuantes en diversas circunstancias, como estrategia histórica, etc). No. El problema es que son insinceras para consigo mismas. Y eso es mucho más grave. No hablo de que no sepan lo que quieren. Eso, a momentos, le puede pasar a cualquiera. No reconocerlo ya empieza a ser más grave, pero aun así, puede aceptarse. No, lo enfermizo es otra cosa, lo enfermizo es que no se hacen cargo de nada de veras, no piensan ni ejecutan las cosas hasta el final, con consecuencia (salvo, si acaso, alguna mezquina venganza). Porque ellas están en el mundo sólo a medias. En algún sentido, se asemejan a los religiosos y gentes que creen en el más allá (por eso, cuando ambos rasgos, religiosidad y feminidad se juntan, se da lo más repugnante que sobre la Tierra puede darse, como son las monjas), que están en este mundo sólo de refilón. Se trata de gente que constituye un peligro público y político, pues insultan cotidianamente la vida humana en su dignidad, sus instituciones, etc. Es como si en un naufragio o una tormenta marina un grupo (el de aquellos que sólo cree en esta vida, en que todo nos lo jugamos aquí y ahora) tratara de salvar la nave a toda costa, mientras otros achican agua, sí, pero de refilón esperan otra cosa, mientras otros, en el fondo piensan "si me salvo, bien, pero, si morimos, ,me espera el Cielo (o el infierno, que para el caso tanto da)". Las mujeres manifiestan esta insinceridad metafísica. En realidad el Dios de las Mujeres es una idea de su belleza (siempre son narcisistas) petrificada, esto es, detenida en el tiempo, inmune a las arrugas. Una juventud eterna. Luego, cuando las tetas empiezan a caer, comienza la fascinación por el budismo, la religiosidad oriental, el yoga, el tantra, y la madre que los parió a todos (porque, claro, por estudiar los fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica no les da, mire usted por donde, por ahí no les da; es siempre orientalismo, alguna vaga promesa de orgasmos a los 55, de resurrección del culo caído)
Si no se tiene en cuenta esta NATURAL INSINCERIDAD DE LA MUJER (que infecta todo, a sus marido, a sus padres, a sus hijos) no se entiende nada. Absolutamente nada.
La queja de la mujer es, por definición falsa. Porque pretende imaginarse una reconciliación de términos opuestos e incasables. Pretende casar el supuesto compromiso de enamorados (el que su nene no moje el churro en otros conejitos) con una eterna disponibilidad (el saberse guapa para otros, el saber que al panoli lo cambia por otro con más pelas o que la tenga más grande cuando ella quiera). Y, claro, esas dos líneas argumentales se pueden separar con algún truquito temporal (por ejemplo, vida salvaje hasta los 30; y vida recatada después), o espacial (en esta ciudad, con mis padres, soy así; en mi lugar de trabajo, soy asá), pero la cosa no se soporta a medio plazo. La consecuencia es obvia a partir de los 40 años el 90 por ciento de las mujeres TIENE UNA NEUROSIS DE MIL PARES DE DEMONIOS, que unir a sus típicas histerias. En muchos casos, puede dar en trastornos psicóticos mucho peores aún.
El rollo de "cuanto sufro, no sabéis lo duro que es mujer" es una cantilena con la que tratan de engañar y confundir.....sigo en unos minutos.....