Matarratas
Freak
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Estimados foreros,
Sea el primer hilo que abro en este foro para recabar ayuda. Si no procede, elimínese.
Mi situación es bastante dramática, para qué vamos a engañarnos. Supongo también que será similar a la de buena parte de los que aquí postean. ¿Qué mejor sitio para aconsejarnos unos a otros, pobres sufridores, acerca de cómo llevar a nuestros vecinos a la tan noble tarea de quitarse la vida y liberar al mundo de su peso mediante un poco de guerra fría?
Mi solución habitacional se halla cobijada en el sobaco de un dúplex. No hace falta decir nada más. En dicho dúplex habitan, en orden aleatorio, un perro, dos niños de unos 10-12 años (no lo calculo bien, lo mismo tienen 17). Un padre cegato, una madre histérica y la madre de ésta, loca. No sabría distinguir cuando gritan la una y la otra, entre ellas, a los hijos, al marido, a Gran Hermano. Le gritan a todo. Si no fuera porque me fio menos de la policía local que de un perro rabioso en una cabina de teléfonos, les llamaría, porque a veces pienso que se han matado. El marido se limita a ir chocando con todo lo que se encuentra y los niños, aunque parezca mentira, se salvan de la quema.
También, por orden aleatorio, se suceden los arrastres de sillas (patas de madera, suelo de gres...poco más que añadir), los gritos (ya mencionados), Gran Hermano (y comentarios a gritos), otras teles a tope, portazos, golpes variados, tacones de la tipa todo el puto día, uñas y ladridos de perro...etc. Sí, sí, uñas del puto perro.
No se exciten. He hablado varias veces con ellos. Coño, les he regalado tacos de esos de espuma que se ponen en las patas de las sillas. Lo siento, lo siento, no te preocupes. Y vuelta a empezar, ocasionalmente incluso con saña. Los tacones han pasado de oirse a sentirse. Jódete y baila, con el manicomio hemos topado.
Mi idea inicial era adquirir unos altavoces de esos de PC de los potentes. Cada vez que me piro o que estoy por ahí varios días, dejar programado en un portátil varias vueltas de la música más infecta que he sido capaz de encontrar. Dejar un altavoz contra la pared para joder el piso de abajo del dúplex, y otro contra el techo, para joder el piso de arriba. Todo esto sin violencia contra las personas, animales y objetos. Por lo menos, sin violencia física. Los altavoces, salvo la parte del altavoz propiamente dicho, con toallas o algo. Si aquello se pone en marcha a las 3, a las 4 y a las 5 de la mañana, no quiero joderles la vida al resto de vecinos, que no tienen culpa.
Esto sería la fase I. ¿Me recomendarían algo en particular? No creo ser lo suficientemente ingenioso para el mal.
Muchas gracias.
Sea el primer hilo que abro en este foro para recabar ayuda. Si no procede, elimínese.
Mi situación es bastante dramática, para qué vamos a engañarnos. Supongo también que será similar a la de buena parte de los que aquí postean. ¿Qué mejor sitio para aconsejarnos unos a otros, pobres sufridores, acerca de cómo llevar a nuestros vecinos a la tan noble tarea de quitarse la vida y liberar al mundo de su peso mediante un poco de guerra fría?
Mi solución habitacional se halla cobijada en el sobaco de un dúplex. No hace falta decir nada más. En dicho dúplex habitan, en orden aleatorio, un perro, dos niños de unos 10-12 años (no lo calculo bien, lo mismo tienen 17). Un padre cegato, una madre histérica y la madre de ésta, loca. No sabría distinguir cuando gritan la una y la otra, entre ellas, a los hijos, al marido, a Gran Hermano. Le gritan a todo. Si no fuera porque me fio menos de la policía local que de un perro rabioso en una cabina de teléfonos, les llamaría, porque a veces pienso que se han matado. El marido se limita a ir chocando con todo lo que se encuentra y los niños, aunque parezca mentira, se salvan de la quema.
También, por orden aleatorio, se suceden los arrastres de sillas (patas de madera, suelo de gres...poco más que añadir), los gritos (ya mencionados), Gran Hermano (y comentarios a gritos), otras teles a tope, portazos, golpes variados, tacones de la tipa todo el puto día, uñas y ladridos de perro...etc. Sí, sí, uñas del puto perro.
No se exciten. He hablado varias veces con ellos. Coño, les he regalado tacos de esos de espuma que se ponen en las patas de las sillas. Lo siento, lo siento, no te preocupes. Y vuelta a empezar, ocasionalmente incluso con saña. Los tacones han pasado de oirse a sentirse. Jódete y baila, con el manicomio hemos topado.
Mi idea inicial era adquirir unos altavoces de esos de PC de los potentes. Cada vez que me piro o que estoy por ahí varios días, dejar programado en un portátil varias vueltas de la música más infecta que he sido capaz de encontrar. Dejar un altavoz contra la pared para joder el piso de abajo del dúplex, y otro contra el techo, para joder el piso de arriba. Todo esto sin violencia contra las personas, animales y objetos. Por lo menos, sin violencia física. Los altavoces, salvo la parte del altavoz propiamente dicho, con toallas o algo. Si aquello se pone en marcha a las 3, a las 4 y a las 5 de la mañana, no quiero joderles la vida al resto de vecinos, que no tienen culpa.
Esto sería la fase I. ¿Me recomendarían algo en particular? No creo ser lo suficientemente ingenioso para el mal.
Muchas gracias.
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