rocket queen rebuznó:
Esa dominación de la que habla Bettersea, en la cama y en su justa medida (cada uno que ponga sus límites). Fuera, ni de coña.
Ah!
Es que en la cama es otra historia totalmente...
El sexo es un juego, y como juego, admite roles, admite personajes, admite muuuchas cosas.
A mi hay veces que me apetece acurrucarme en plan cucharilla (spooning que dicen los yanquis) y hacer el amor así, tranquilito.
Otras me apetece dar más caña, sujetar sus muñecas por encima de su cabeza mientras la miro a los ojos, aparente inmovilidad desmentida por la tensión de la mirada y el movimiento de los cuerpos.
Y en otras ocasiones me tiendo sobre la cama y dejo que sea ella quien, sobre mí, marque el ritmo, se mueva, busque su placer, y termine desparramada sobre mí.
¿Cuantas veces no he jugado en un cine medio vacío, película aburrida, de la cual no te acuerdas de nada?
O el calentón de algún bar, esa esquina oscura en la que la ropa empieza a molestar demasiado, travesuras mientras el olor a cerveza derramada empapa todo?
El sexo es muy amplio y da para mucho juego.
Pero luego, en el aspecto personal de la relación ni hay posesión, ni propiedad, y si quieres a alguien hay que demostrar eso, amor, cariño, lo demás son lios de cabeza. Aunque he de admitir que alguna vez he perdido la cabeza...
rocket queen rebuznó:
Totalmente de acuerdo con Vaserqueno, eso no es amor, eso es inseguridad y falta de confianza en sí mismo y en la pareja. El amor se demuestra con otros actos, a mí un tío se me pone así y no le da tiempo a llamarme puta.
Amén.