Gina Gross
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Doc UnomismoII rebuznó:que no vivía en Madrid, si no en Burgos, pero que como tenía una Vespa se podía venir en la moto a verme...![]()



Yo en una ocasión estuve a punto de perder la vida por un ciberligue. En un principio, via mesenger, el chaval que aseguraba tener unos 28 años, parecía estar dentro de sus facultades mentales. Era charlatán, simpático, coherente y según la foto era un morenazo de toma pan y moja que hacía de mi tanga un paño mojado para la fiebre.
El tio se las daba de culto y de interesante y consiguió convencerme para quedar.
Pero oh! sorpresa, no hay tal morenazo, a lo lejos en la calle, veo al doble de Fernando Esteso que me llama por mi nombre. Intento esconderme en un restaurante chino pero ya es demasiado tarde, se ha quedado con mi cara y sabe que soy yo. Le pregunto por el muchacho de la foto y me dice que es él , pero que ha engordado un "poquito". Un poquito dice, le ponías un mawashi de esos y era un auténtico luchador de sumo.
Finalmente acabámos tomando unas cervezas, pero empiezo a notar un comportamiento raro en el chaval. Cada vez que digo algo que le hace gracia o consigo hacerle reir me da como "premio" un galletón en la cara. En plan cachete en el culo en plena cópula, pues algo así, pero en mi rostro y en un bar a las 23:00 de la noche.
El tio era más bruto que un arado, no se le ocurría otra forma de recompensar mis chistes malos, que dándome un puñetazo en el hombro o regalándome una colleja con la palma de la mano para demostrarme su admiración.
Empiezo a hartarme, los moratones ya empiezan a ser visibles y temo por mi vida. Le pido "por favor" que deje de agredirme cada vez que hago una gracia porque me hace daño. Pero el tio en su mundo, entre risa y risa se le escapa la mano y ya le veo otorgándome un patadón rollo Street Figther en cuanto me descuide. Debo huir antes de que me rompa un par de costillas o me deje postrada en una silla de ruedas de por vida, así que me largo en cuanto pide un pincho de morcilla extremeña. Lo que me faltaba, un maltratador en potencia con el aliento de un Dragón, oigan.