En la mayoría de paises los antidisturbios y las fuerzas especiales para guerrilla urbana no llevan identificación y arrasan con la chusma y la gentuza quema cosas y que se dedican al pillaje.
Aquí la marlaskiana se pellizca los pezones mientras apalean a los policías, porque gracias a nuestra oclocracia, el policía que deje muñeco a un hijoputa de estos acaba condenado, expulsado y sin nada.
Un hamijo imaginario me contó que se fue a ver el Mundial de Jurgol de Rusia y que no se oía ni el pedo de una rata: hooligans, turcos, moros, afriacanos, alemanaes, rusos, expañoles... todos hermanados y portándose como gatitos de videos de yutuf.
¿Que cómo?
Todos los aficionados formados en filas interminables en el metro y en las inmediaciones de los campos y cada 50 metros 3 spetznazs (fuerzas especiales rusas) vestidas con armadura completa, casco blindado, pistola y un magnífico subfusil ametrallador en la mano.
Y lo más importante, la orden del delegado de seguridad y de los mandos de la policiía y del ejército de TOLERANCIA CERO con el menor incidente.