Te puedo decir lo que me hace pensar eso. En la práctica policial-judicial general, cuando se desconoce el alcance de unos hechos presuntamente delictivos, las primeras calificaciones jurídicas son siempre muy abultadas, exagerando lo máximo posible y tirando siempre hacia arriba en las responsabilidades penales. ¿Por qué? Porque si la acusación fuera falsa, claramente malintencionada contra alguien por animadversión y no por falta de acreditación de la autoría o participación en los hechos enjuiciados y se descubre finalmente que uno de los detenidos era inocente, entonces hay un delito de detención ilegal practicada por funcionario público, así como todos los abusos que se practicaron en su privación de libertad. Si se generaron desigualdades procesales o indefensión, igualmente el juzgado se cubriría las espaldas.
Recuerda que yo fui acusado primero de violencia de género y maltrato familiar, después lo cambiaron a delito de coacciones y delito de injurias, para finalmente procesarme sólo por falta de injurias. Como le habían regalado a LT la asistencia jurídica por vulnerabilidad como víctima de violencia de género, se mantuvo la calificación "malos tratos psicológicos" tras una barra lateral, para justificar la asistencia pese a ser juicio de faltas, aunque nada de eso se juzgaba. Se descubrió que la prueba de cargo presentada estaba prescrita desde el año 2013, que la víctima era en realidad mucho más agresiva en sus insultos y delitos contra la intimidad, sencillamente la denunciante les había engañado, pero no podían admitirlo por todas las diligencias previamente efectuadas.
Otro dato sobre prácticas habituales: muchas veces la policía realiza detenciones de forma imprudente, teniendo a gente identificada y con domicilio conocido; cuando llegan a comisaría les informan de que en realidad esa persona no tenía ninguna investigación por delito, entonces no saben cómo salir del apuro, por lo que ponen siempre una denuncia por art. 556 CP. como un comodín multiusos, ya que si no lo hacen no pueden explicar por qué encerraron a la persona en una celda de calabozo. Después toca rezar que el ciudadano no tenga cultura jurídica y que el juez les encubra y se enrrolle un poco con ellos, que a fin de cuentas los maderos hacen el trabajo más desagradable y peor pagado, mientras los que están apoltronados en el despacho se forran haciendo copy/paste.