Hoy le he enseñado este hilo a un amigo imaginario mío, un abogado de casi cincuenta palos. No he visto a un tío reír de manera tan increíble en años. Se descojonaba vivo. Se le saltaban las lágrimas, se ponía rojo, se le caía el moco de la risa. Se tiraba sobre la mesa deshuevao, pegando risotadas y voces. A punto ha estado de tirar dos veces el portátil porque cuando se echaba sobre la mesa lo mandaba a tomar por culo. Manotazos pegaba al ritmo de jajás y joaojasjajajás. Pataleaba en el suelo, congestionado de la risión. Dice que es lo más grande que ha visto en mucho tiempo y que hacía meses que no reía tantísimo, hasta le ha entrado dolor de cabeza y todo de tanto reírse. A mitad del trolleo decía que ya no quería leer más, que le iba a dar algo, que de verdad, no me enseñes más, que no puedo, que no puedo... y la cosa seguía, y el tío seguía más y más. Os ha llamado artistas, genios, en particular a Armin, del que ha admirado su finísimo trolleo. Luego nos hemos ido a tomar unas cañas y mientras se reía rememorándolo mascullaba para sí frases como "no serás tan fan" "pensaba que vendías, no que comprabas" "no le llames ello, que es mi mujer". "Ahora entiendo por qué te gusta tanto ese foro, ahora lo veo claro, esto es para estar todo el puto día dándole matraca", me decía. Ha sido este hilo para él una especie de epifanía. No me extrañaría que se lo imprimiese y se lo colgara en las paredes de su despacho.