La otra vez comienza una conversación random por Whatsapp con un número desconocido.
Me dice que es María mi prima, que necesita mi ayuda.
Yo le respondí que no puede ser, que años sin verla, que¿Qué le ha sucedido?
Cambio el tono de la conversación y me responde
Qué la han secuestrado y el que habla es su secuestrador.
Le dije, oye que bueno están regresando los emprendimientos más clásicos de la economía venezolana.
Me dice que si no le transfiero 500$ a su cuenta matan a mi prima.
Le digo que no lo haga. Qué si tiene Zelle.
Me dice que No. Qué solo cuenta bancaria en Banco de Venezuela.
Le digo y Paypal?
De nuevo dice
Qué solo cuenta bancaria en Banco de Venezuela.
Yo. Mmmmm bueno pero mándame una foto para ver a mi prima.
Responde, que no, que le transfiero ya o le pega un par de pepazos (así le dicen a los balazos en Venezuela)
Respondo no, no lo hagas por favor.
Bueno quiero los reales ya. Respondió.
Le digo. Preguntale ¿Cuál de mis dos primas María es ella? Qué si es la hija de mi tío Pedro la que culiaba conmigo por las noches cuando los visitaba siendo adolescente. O si es mi prima María la que descubrieron mamandole el WEBO (comiéndole la polla) a su perro Pastor Alemán.
Me responde que no va a preguntar esas mierdas, que quiere su billete ya en la cuenta o la va a matar.
Le digo que si no responde no puedo hacer nada, porque solo pagaría por la vida de una de ellas porque a la otra le tengo arrechera (no la soporto)
Me dice que le mandé sus reales o que sino mata a mi prima y luego me va a buscar a mi para matarme también.
Le digo que la única forma de matarme es mamandome el WEBO (comiéndome la polla)
Responde. Cállate Mamá Webo te voy a matar a ti y a tus hijos, te tenemos ubicado. (Silencio gilipollas voy a matarte a ti y a tus hijos sabemos dónde vives)
Respondo Ok, dime cuál es mi dirección.
Pasan unos 10 o15 minutos envía una nota de audio donde se escuchan los gritos de una mujer y como si dieran golpes. Era imposible reconocer la voz solo fueron gritos como de dolor y golpes como algo de madera. Me dice, le he metido dos patadas por la cara a tu prima no estoy jugando quiero mi dinero.
Para finiquitar que ya me fastidiaba le respondí. Mira en realidad no tengo ninguna prima que se llame María, mucho menos que hayan realizado lo que describí. La próxima vez cómprate una pistola y sal directamente a trabajar a la calle no pienses que la gente es tan pendeja.
Clásico
