Ayer he visto
Princess (2006).
Será mi estado de ánimo o algo así, pero me ha dado últimamente por ver películas crudas, violentas y desgarradoras con niños de por medio, y, cómo no, acabé llorando tras su visionado.
Pero no por "lo mal que lo pasan, pobrecitos", sino porque es todo un planteamiento sobre la vida, la muerte y la vida más allá -y después- de la muerte. Te hace pensar, en definitiva. Te deja con un nudo en el estómago.
Tensión muy bien calculada, sobre todo en el final. Lo malo es que apenas empatizas con los "malos", porque se les presenta casi de pasada, por lo que no puedes sentir la misma ira que siente el protagonista. Y, por otro lado, me parece casi un panfleto en defensa de la dignidad de las putas, más o menos como los posavasos de Aído:
A lo que quiero llegar es que no acaba de convencer ese mensaje: “
Para disfrutar del porno has de ser un cretino o abstraerte del hecho de que estás mirando a gente real”. De todas maneras, esa frase sí se puede aplicar al caso que trata la película, así que en ese sentido sí convence.
EDITO: Tras unos días, he llegado a la conclusión de que la película quiere mostrar que no siempre actuar como la moral dicta da buenos resultados. Es decir: presenta a un hermano que es cura e intenta hacer las cosas como Dios quiere; y a una hermana que hace lo que quiere, sin tomar en cuenta si lo que hace está bien visto o no. La hermana acabó dando vida; el hermano terminó quitándola. ¿Quién ha sido más bueno? ¿Quién ha hecho realmente lo correcto? ¿Está justificado cometer barbaridades en nombre de Dios? En fin, creo que la película plantea todo eso.
Está bien la película. Pero no creo que vuelva a verla, la verdad. No me gusta cómo está dibujada, y hay escenas tan pastelosas que me costó contener la vergüenza ajena. Una pena.
Clásico
Baneado
Frikazo
Freak total
Muerto por dentro
