Pues mira, si la peña no lo quiere hacer por los animales, al menos podrían hacerlo por la gente que tienen parálisis cerebral, entre otros muchos enfermos.
Yo he visto en directo los efectos de estos maravillosos fuegos artificiales y petardos en un chico con parálisis cerebral, y en una mujer con Alzheimer y demencia senil. Ninguno de los dos se me van a olvidar en la vida.
Por no hablar de los perros, que sé que a muchos no os importan, pero cada vez que hay un festejo de estos mueren unos cuantos de infarto, otros porque se tiran por los balcones, otros se escapan y acaban atropellados. En fin.
Un bechi.