Me voy a mojar, a riesgo de parecer un puto tarado... ladrillo:
Hace algunos años investigué mucho en la red sobre sueños lúcidos, porque tuve un sueño en el que era consciente de estar soñando y, es más, prácticamente podía yo mismo crear las imágenes del sueño. Lo que deseara aparecería.
De ahí salté a investigar los viajes astrales, porque los métodos son muy parecidos, y me pareció muy curioso. He de decir que no me creía nada de eso hasta que lo experimenté por mí mismo. En ese tiempo era una persona de ciencias puras que no creía en nada que no pudieran explicar las matemáticas.
La técnica que uso para tratar de hacer un viaje astral es concentrarme en cada músculo de mi cuerpo, uno por uno, e ir relajándolo. Si se hace bién, se empiezan a notar unos cosquilleos y después vibraciones por el cuerpo, además de perder el sentido del tacto. A partir de ahí hay que concentrarse en pensar que eres un punto, único. Puedes pensar que ese punto es tu alma, alojada en tu corazón, cerebro o donde quieras. Cuando ya no notas el cuerpo es el momento del salto. Esto es lo más difícil, encontrar una imagen mental que te ayude a salir de tu cuerpo. A mí nunca me ha servido eso de incorporarse, en cambio, me funciona la sensación de ir en la cresta de un gran tsunami que se va a estrellar contra una pequeña isla, a gran velocidad. Hay gente que piensa en un túnel oscuro con una luz al final. Sobre gustos... El caso es que si lo haces bién notas como "algo" tira de tu cuerpo hacia arriba, es como si alguien tirara de una cuerda invisible que sale de tu ombligo. En todo este proceso debes evitar interferencias. Debes estar totalmente concentrado en lo que haces. Si te sirve, concéntrate en tu respiración.
Como cada noche, me acosté y me relajé hasta no sentir un músculo. Comenzaron las vibraciones, el pitido en el oído, la presión en el pecho y en la cabeza, además de las palpitaciones. Estaba preparado, solo faltaba la imagen que me hiciera salir. Usé la que siempre uso, la del tsunami. Pues bien, una vez me acerqué tanto a esa "isla" que me metí dentro de ella y todo apareció negro. Después empecé a "mirar" a mi alrededor, y estaba viendo lo que parecía mi cuarto, a oscuras. La sensación fue extrañísima, tanto, que me dió miedo y volví a mi cuerpo y no he vuelto a intentarlo hasta hace bien poco.
pd: es muy importante la constancia, si te acuestas todos los días a la misma hora y dedicas un rato a esta técnica, cada vez te será más fácil llegar al estado idóneo. Lo difícil es salir de cuerpo, según mi experiencia.