A mí no me interesan mucho los coches, ni veo carreras, pero es hipnótico ver cómo parece flotar por un momento sobre el muro. El vídeo del rascaguardaraíles se lo he mandado a una petarda que aprieta los dientes solo con escuchar las palabras arañar y pizarra.
Y el del volley al final es un gñe, porque he visto el vídeo y aunque no sale directamente se nota que la bola vuelve en una trayectoria que no le tocaría de no haber golpeado algo por ahí arriba, un foco, el techo o lo que sea. Por eso dan por acabado el punto, no es karma para los ansiosos, y de hecho el árbitro no se entera y comete un acto de flagrante injusticia. Ya no me gusta.