Una Bellísima Persona rebuznó:Tal vez no sea correcto hablar de mejores o peores entre estos grandes. Cada uno ofrece algo distinto, y siempre se apoyan en el conocimiento de los otros para su propia obra. Disfruto muchísimo de los autores que mencionas, peropara mí el único que se acerca a Bach es MozartSe me ocurre que son como Dios y el Diablo, respectivamente. Mozart es permanentemente travieso, pícaro, juguetón y ni cuando se pone (trágicamente) serio para su Réquiem, aún siendo sobrecogedor, alcanza la madurez, a mi juicio, de la que Bach hace gala de principio a fin en su obra. Más que hablar con Dios, lo cual se dice frecuentemente del de Weimar, da la sensación de que es Dios mismo, capaz de comunicar lo sublime con las mínimas notas posibles o con las cataratas musicales más barrocas, abarcando cualquier género y haciéndolo muy prolíficamente. La variedad e intensidad de su inspiración es lo nunca visto en música.
La 1812 de Tchaikovski pide a gritos una pantalla de cine mudo detrás de la orquesta, parece una banda sonora.
totalmente de acuerdo