turista sexual
Asiduo
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Es sin duda el eterno dilema para el que normalmente taladra coñitos variados, especialmente si son ligues ocasionales, ya que con las putis la mayoria se cura en salud, y aunque tenga delante a una bella adolescente ucraniana que pide a gritos (al menos eso imaginamos nosotros, los cachondos) que llenen su máquina de placer de nuestro líquido vital nos abstenemos caballerosamente para a continuación colocarnos la dichosa gomita.
Y es que aunque continuamente las autoridades sanitarias o el programa porno-soft de Lorena Verdún nos digan lo genial, sano y fácil que es ponernos un condón, y que si hay algunos con sabores, otros con formas y otros con un paisaje primaveral dibujado en ellos, la verdad, para los que han tenido la suerte de taladrar y correrse en variados chochitos sin la gomita de los cojones, seguramente estarán de acuerdo conmigo en que no hay color.
Y es que la sensación de meter la polla en un lugar caliente y (ojo!! que muchas veces no se da el caso) húmedo es irreemplazable. Como bien dice el genial escritor Norman Mailer en un párrafo inicial de su "Los desnudos y los muertos" (adaptada genialmente en la peli "La delgada linea roja"), esa sensación es como la que se siente al meter la polla en un bote de mermelada (se inspiraron los de American Pie con eso??).
Quizás la nena que tienes entre las piernas no sea de tu agrado, pero si la chica lubrica, y tienes la suerte de darle caña sin condón, es muy seguro que muy pronto aparezca la genial corrida. El condón, por muy ultrasensible que te lo vendan, corta el rollo de manera brutal. Es como sólo poder sobarle las tetas a Verónica Zemanova, sabiendo que te has perdido el poder penetrarla.
A muchos pajeros quizá les extrañe, porque las pocas veces que follan, y con condón, van tan calientes que aunque lleven preservativos hechos con cuero de camello seguramente se correrán al tercer empujón. Pero si tienen la suerte de follarse a su nena asiduamente, con lo que la confianza aumenta y el uso de la pastillita o la marcha atrás para los más atléticos se impone, verán que la diferencia es abismal.
Y en esto es muy importante que la nena lubrique. Follarse un coño reseco y otro chorreante de flujo es muy diferente. La mayoria de las putas no lubrican, de manera que el condón les va de perlas para evitar restregones, o si no se colocan otros productos alternativos (como derivados parecidos a la vaselina). Esto es evidente, ya que el 90 x 100 de sus clientes ni son de su agrado, ni despues de haber tragado 10 pollas ese dia estén para muchos calentones. Pero lo que sí es curioso, (y sinceramente muy agradable) es follarse a una puta que lubrican espontáneamente. Entonces te das cuenta de que sus gemiditos son de verdadero placer a tus embates, y no simplemente su actuación estelar. Para los curiosos, especificaré que las tailandesas, especialmente, son de las pocas putitas que disfrutan de su "trabajo" en general, y donde más casos de sabanas mojadas me he encontrado (en esto me podria sin duda dar su confirmación el Tito Torbe). El puteo allí no se ve cómo el oscuro túnel que nos venden por aquí, y eso hace de que muchas nenas se lo tomen de otra forma. También me he encontrado casos entre algunas latinas cachondas, especialmente brasileñas o colombianas. Pero si buscais coñitos chorreantes entre las walkirias rusas, rumanas, ucranianas, etc.. olvidaos, sus caritas y sus cuerpos virginales son de infarto, pero sus chochitos son clones del desierto del Gobi.
Y es que estamos en una cruel campaña de des(información) sobre los beneficios de la dichosa gomita, cuando lo maravilloso en esta vida es observar, mientras recobras tu aliento y enciendes tu piti (si eres fumeta), y después de una cabalgada acelerada y salvaje, como del coñito húmdedo de tu nena se desbordan arroyuelos de tu lefa (la cantidad dependerá de tu vigorosidad) y muy en tu interior, una frase que desde hace miles de años nuestros antepasados han repetido (aunque en los tiempos actuales de lo politicamente correcto)....un "buen trabajo!!" que hinca tu pecho de orgullo varonil..... Eaa!!
Y es que aunque continuamente las autoridades sanitarias o el programa porno-soft de Lorena Verdún nos digan lo genial, sano y fácil que es ponernos un condón, y que si hay algunos con sabores, otros con formas y otros con un paisaje primaveral dibujado en ellos, la verdad, para los que han tenido la suerte de taladrar y correrse en variados chochitos sin la gomita de los cojones, seguramente estarán de acuerdo conmigo en que no hay color.
Y es que la sensación de meter la polla en un lugar caliente y (ojo!! que muchas veces no se da el caso) húmedo es irreemplazable. Como bien dice el genial escritor Norman Mailer en un párrafo inicial de su "Los desnudos y los muertos" (adaptada genialmente en la peli "La delgada linea roja"), esa sensación es como la que se siente al meter la polla en un bote de mermelada (se inspiraron los de American Pie con eso??).
Quizás la nena que tienes entre las piernas no sea de tu agrado, pero si la chica lubrica, y tienes la suerte de darle caña sin condón, es muy seguro que muy pronto aparezca la genial corrida. El condón, por muy ultrasensible que te lo vendan, corta el rollo de manera brutal. Es como sólo poder sobarle las tetas a Verónica Zemanova, sabiendo que te has perdido el poder penetrarla.
A muchos pajeros quizá les extrañe, porque las pocas veces que follan, y con condón, van tan calientes que aunque lleven preservativos hechos con cuero de camello seguramente se correrán al tercer empujón. Pero si tienen la suerte de follarse a su nena asiduamente, con lo que la confianza aumenta y el uso de la pastillita o la marcha atrás para los más atléticos se impone, verán que la diferencia es abismal.
Y en esto es muy importante que la nena lubrique. Follarse un coño reseco y otro chorreante de flujo es muy diferente. La mayoria de las putas no lubrican, de manera que el condón les va de perlas para evitar restregones, o si no se colocan otros productos alternativos (como derivados parecidos a la vaselina). Esto es evidente, ya que el 90 x 100 de sus clientes ni son de su agrado, ni despues de haber tragado 10 pollas ese dia estén para muchos calentones. Pero lo que sí es curioso, (y sinceramente muy agradable) es follarse a una puta que lubrican espontáneamente. Entonces te das cuenta de que sus gemiditos son de verdadero placer a tus embates, y no simplemente su actuación estelar. Para los curiosos, especificaré que las tailandesas, especialmente, son de las pocas putitas que disfrutan de su "trabajo" en general, y donde más casos de sabanas mojadas me he encontrado (en esto me podria sin duda dar su confirmación el Tito Torbe). El puteo allí no se ve cómo el oscuro túnel que nos venden por aquí, y eso hace de que muchas nenas se lo tomen de otra forma. También me he encontrado casos entre algunas latinas cachondas, especialmente brasileñas o colombianas. Pero si buscais coñitos chorreantes entre las walkirias rusas, rumanas, ucranianas, etc.. olvidaos, sus caritas y sus cuerpos virginales son de infarto, pero sus chochitos son clones del desierto del Gobi.
Y es que estamos en una cruel campaña de des(información) sobre los beneficios de la dichosa gomita, cuando lo maravilloso en esta vida es observar, mientras recobras tu aliento y enciendes tu piti (si eres fumeta), y después de una cabalgada acelerada y salvaje, como del coñito húmdedo de tu nena se desbordan arroyuelos de tu lefa (la cantidad dependerá de tu vigorosidad) y muy en tu interior, una frase que desde hace miles de años nuestros antepasados han repetido (aunque en los tiempos actuales de lo politicamente correcto)....un "buen trabajo!!" que hinca tu pecho de orgullo varonil..... Eaa!!