SrEstaire rebuznó:
Me parece perfecto.
A ver, otra cosa que me irrita bastante es el mismo producto, en versión más cutre para adultos, y de muchísima más calidad para bebés.
Ejemplos:
- Papel para limpiarse el culo de celulosa Vs. Toallitas húmedas para el culo de los bebés.
- Crema para las rozaduras y las irritaciciones de la piel, que tarda tres días en quitártelas Vs. El mismo producto para lo mismo, destinado a bebés, que tarda
horas.
- Leche en polvo básica Vs. Leche en polvo de esas de maternidad.
- Termómetros normales que tardan un par de minutos en dar la temperatura y te los tienes que meter en el culo Vs. Termómetros para la oreja de los bebés que en dos segundos te da la temperatura con total precisión.
Evidentemente, muchos adultos no somos gilipollas y vamos a por lo bueno. Algunos se limpian el culo con toallitas húmedas, y les jode enormemente la jodida pegatina del bebé, porque yo estoy consumiendo un producto de más calidad y no tienen que
insultarme o darme a entender que no merezco usarlo.
Para las rozaduras, en determinados trabajos duros que he realizado aquí en andalucía, a 45 grados a la sombra, he usado pomadas para la rozaduras destinadas a bebés, y no tardó el farmacéutico en decirme que esa pomada era para bebés, que para adultos tenía aquella otra...
Mi hermómetro es normal porque tampoco tengo necesidad de saber mi temperatura corporal en dos segundos, pero desde luego que a nadie se le ocurra criticarme si uso uno de esos.
No suelo echarle leche al café (normalmente lo tomo con miel y canela), pero cuando le echo, es leche maternizada, que eleva ese café con leche a otro nivel, y bien que tengo que preocuparme de quitarle el puto dibujo del bebé en la portada.
Señores, yo valgo más que cualquier bebé que esté ahora mismo sobre la tierra. Cuando ese bebé haya demostrado, ya crecidito, que vale más que yo en cualquier campo que merezca la pena, entonces le daré preferencia a mi y no protestaré, pero mientras tanto, no es más que un pedazo de carne.
Estoy viviendo ahora mi segunda infancia y nadie me va a decir a mi que merezco menos que la bazofia que traen al mundo esos animales llamados humanas.
Y digo más, si el bebé demuestra nada más nacer que necesita incubadora, costosísimas operaciones, un gasto estatal monumental... inyección letal y a por el siguiente. Porque repito, hasta que no demuestren su valía, no valen nada.
Este tema me toca especialmente los cojones porque yo, que jamás he querido tener hijos, he tenido que tragarme el nacimiento y crecimiento de dos bebés, con todas las molestias que ello ocasiona:
- No poder hacer el más mínimo ruido, vaya a ser que se despierte, e incluso susurrando, si se despierta, ya tenemos la bronca montada.
- El asqueroso peste de sus cagadas en los pañales, cada vez peor a medida que van creciendo, y algo intolerable cuando se acercan, oliendo así, y se ponen justo al lado de donde yo estoy mientras estoy comiendo. No pocas veces he tenido que levantarme y dejar la comida a medias o apenas empezada por este motivo. Que seré muy exquisito, no digo que no, pero a la hora de comer no me apetece oler una plasta de mierda, ni mucho menos ver como a menos de seis metros se ponen a cambiarle el pañal.
- Todos los desperfectos de elementos valiosos (comics de colección, valiosísimos libros, portátiles, etc etc etc etc etc que se pierden porque el niño, como niño que es, lo toca todo y rompe casi por gusto de romper, mientras los demás adultos parecen consentirle que entre en la habitación privada de uno a joderle lo poco valioso que tenga.
Y OTRO TEMA NO MENOS IMPORTANTE:
La permisividad indolente de los padres para con sus hijos, especialmente cuando están en casa ajena.
Yo recuerdo que cuando mis padres iban de visita, a mi mi padre me sentaba a su lado, me agarraba por la parte de atrás, y no me dejaba moverme durante toda la visita.
Si, puede parecer algo malo, pero en realidad es una de las pocas cosas que hizo bien en su vida.
Porque cuando ves a uno, dos o tres niños correteando por una casa ajena, tirando cosas al suelo, subiéndose en muebles y sofás, gritando, tirando fuerte de cortinas, molestando a la mascota de la casa, y cuando ves que los padres, como mucho, dicen su nombre, en plan "Daniel... para ya" pero no hacen NADA para evitar que siga destrozando, a mi me mata.
Más aun cuando el dueño de la casa llama la atención al niño, cuando los progenitores no lo hacen, y el padre o la madre se pone como una fiera por levantarle la voz a su hijo.
Me mata, esas cosas me matan. Menos mal que yo recibo un par de visitas al año y nada de niños, pero cuando lo veo en otras partes, me dan ganas de agarrar a los niños y pegarles una paliza de las buenas, y luego a los padres otra, por hijos de puta.
Además, no me atrevo a decir que los niños no tienen culpa, que hay niños que son de un hijo de puta de la hostia, y rompen, molestan y joden muy conscientemente de ello.
curro jimenez rebuznó:
Por eso deberia de estar legalizar la eutanasia. Si al final no se aborta por que puede salir algo bueno de ese embarazo, pero con el tiempo se demuestra que el feto se convierte en un rafa mora o belen esteban, se deberia dar el sigueinte paso. Eutanasia activa por parte del estado.
El problema es que la mayoría de paletos de hoy día elegirían a Belen Esteban, y sería ella la que decidiría a quien darle la eutanasia, así que probablemente sería la gente con más cosas que aportar las que serían enviadas al otro barrio.