Acopio de víveres. Muestra tu despensa apocalíptica.

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No habéis cocinado a leña en vuestra puta vida, la de maderas que hay que meter ahi para hacer unas alubias
En la casa del pueblo teníamos cocina con chimenea abierta ( las que te llena todo de humo) y cocina francesa de leña. Se murio la abuela y las hemos inhabilitado no sea que alguno prenda fuego a la casa como hizo el vecino.
 
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Uno de los grandes problemas que tiene la humanidad hoy en día es que se come demasiado
 
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Los que compran legumbres de bote tiene dos características bien definidas:

- Son unos putos vagos.
- No saben cocinar.

Tendrá mucha faena poner unas legumbres en remojo y al día siguiente una olla exprés que salen potajes y fabadas para una semana.

En esa casa come mejor el gato que los humanos.
 
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Los que compran legumbres de bote tiene dos características bien definidas:

- Son unos putos vagos.
- No saben cocinar.

Tendrá mucha faena poner unas legumbres en remojo y al día siguiente una olla exprés que salen potajes y fabadas para una semana.

En esa casa come mejor el gato que los humanos.
Que es para el fin del mundo, para uso común uso duras, para el guiso.

No sé hacer fuego 😔
 
En la casa del pueblo teníamos cocina con chimenea abierta ( las que te llena todo de humo) y cocina francesa de leña. Se murio la abuela y las hemos inhabilitado no sea que alguno prenda fuego a la casa como hizo el vecino.
En mi casa cuando era niño también teníamos cocina de esas, que iban a leña y carbón. Todos los pisos del edificio las tenían en su día, pero la gente las fue quitando, menos en mi casa. De vez en cuando mi madre la encendía y ese día desayunaba tostadas hechas sobre el fuego y pollo asado en ese horno, y había que vestirse con ropa ligera porque te calentaba toda la puta casa. Era muy similar a esta:

145500122.jpg


Las puertas de abajo eran para almacenar ahí la leña y el carbón y los periódicos que se usaban para encenderla y una vez se quedó abierta la puerta y se metió la perra dentro sin darnos cuenta y se cerró con ella dentro. Estuvimos toda la puta mañana buscándola por la calle creyendo que se nos había escapado, menudo disgusto, menudo nerviosismo, hasta que la oí rascar abro y ahí estaba.
 
En mi casa cuando era niño también teníamos cocina de esas, que iban a leña y carbón. Todos los pisos del edificio las tenían en su día, pero la gente las fue quitando, menos en mi casa. De vez en cuando mi madre la encendía y ese día desayunaba tostadas hechas sobre el fuego y pollo asado en ese horno, y había que vestirse con ropa ligera porque te calentaba toda la puta casa. Era muy similar a esta:

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Las puertas de abajo eran para almacenar ahí la leña y el carbón y los periódicos que se usaban para encenderla y una vez se quedó abierta la puerta y se metió la perra dentro sin darnos cuenta y se cerró con ella dentro. Estuvimos toda la puta mañana buscándola por la calle creyendo que se nos había escapado, menudo disgusto, menudo nerviosismo, hasta que la oí rascar abro y ahí estaba.
Que recuerdos...

Mi abuela del pueblo al calor del fogón nos hacía unas tostadas de pan de pueblo con tocino para desayunar que se me está escapando la lagrimita al recordarlo.

Nos peleabamos entre los primos para encenderla con papel de periódico y palitos y luego echarle los troncos, tal pasión provocaba el poder del fuego.
 
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A no ser que tengas encina que se consume lento, candela tendrá porque vivve donde vive. Pero con pino y ptras maderas de mierda que venden por cuatro perras, lo rápido que se va es brutal
Con encina he hecho yo de todo. Hasta pizzas.
 
En mi casa cuando era niño también teníamos cocina de esas, que iban a leña y carbón. Todos los pisos del edificio las tenían en su día, pero la gente las fue quitando, menos en mi casa. De vez en cuando mi madre la encendía y ese día desayunaba tostadas hechas sobre el fuego y pollo asado en ese horno, y había que vestirse con ropa ligera porque te calentaba toda la puta casa. Era muy similar a esta:

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Las puertas de abajo eran para almacenar ahí la leña y el carbón y los periódicos que se usaban para encenderla y una vez se quedó abierta la puerta y se metió la perra dentro sin darnos cuenta y se cerró con ella dentro. Estuvimos toda la puta mañana buscándola por la calle creyendo que se nos había escapado, menudo disgusto, menudo nerviosismo, hasta que la oí rascar abro y ahí estaba.
Esas cocinas son la saluc.

La misma cocina calentaba la casa, dos cazuelas en los fogones, cualquier cosa en el horno y todo a la vez. Mi abuela calentaba ladrillos en invierno y luego con una funda, los ponia en las camas para calentarlas en el frío invierno.

Tiempos que nunca volverán , le he pedido la foto a mi hermana y no es solamente que la hayan inhabilitado sino que la quitaron físicamente.
 
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Esas cocinas son la saluc.

La misma cocina calentaba la casa, dos cazuelas en los fogones, cualquier cosa en el horno y todo a la vez. Mi abuela calentaba ladrillos en invierno y luego con una funda, los ponia en las camas para calentarlas en el frío invierno.

Tiempos que nunca volverán , le he pedido la foto a mi hermana y no es solamente que la hayan inhabilitado sino que la quitaron físicamente.
Por eso mi padre decidió mantenerla mientras que los vecinos la fueron cambiando por cocinas modernas. Si algún día me hiciera mi casa en el campo me la ponía fijo para recordar mi infancia durante mi vejez al calor de esa lumbre. Cierro los ojos y recuerdo el sonido de los aros del fogón al abrirlos, el tacto de las puertas, el chirrido del cajón donde caía la ceniza, su olor y hasta diría que se me pone caliente el lado derecho de la cara, que era el que pegaba a ella cuando me sentaba a comer en la cocina.
 
Nunca he entendido que lleva a una persona funcional y sin taras a almacenar legumbres precocinadas en bote. Con ese regusto a conservantes que suelen tener. Como si no fuese más caro, perecedero y de peor sabor y propiedades que las legumbres naturales secas.

Las verduras, bueno. En previsión de apocalipsis se puede entender.

Que si no las mantienes refrigeradas, cosa que se lleva mal con un escenario de apagón apocalíptico, en verano vas a tener una preciosa y masiva eclosión de gorgojos. De todas maneras, vais a morir todos antes. Compra las que más te gusten.
 
Que si no las mantienes refrigeradas, cosa que se lleva mal con un escenario de apagón apocalíptico, en verano vas a tener una preciosa y masiva eclosión de gorgojos. De todas maneras, vais a morir todos antes. Compra las que más te gusten.
Eso es si las recolectas tú y las guardas tal cual. Las que se compran al peso en tiendas de barrio están perfectamente secas y basta con guardarlas en un sitio fresco y a ser posible al vacío para que te duren media vida en buen estado.
 
Que recuerdos...

Mi abuela del pueblo al calor del fogón nos hacía unas tostadas de pan de pueblo con tocino para desayunar que se me está escapando la lagrimita al recordarlo.

Nos peleabamos entre los primos para encenderla con papel de periódico y palitos y luego echarle los troncos, tal pasión provocaba el poder del fuego.
Mi abuela tenía una especie de miniparrilla donde metía los pedazos de ogaza y hacía tostada vuelta y vuelta al fuego. Luego le ponía encima la manteca que quedaba de hervir la leche de vaca que ordeñaba la vecina y algo de azúcar.

Sabores que nunca van a volver, me cago en to.
 
En mi casa cuando era niño también teníamos cocina de esas, que iban a leña y carbón. Todos los pisos del edificio las tenían en su día, pero la gente las fue quitando, menos en mi casa. De vez en cuando mi madre la encendía y ese día desayunaba tostadas hechas sobre el fuego y pollo asado en ese horno, y había que vestirse con ropa ligera porque te calentaba toda la puta casa. Era muy similar a esta:

145500122.jpg


Las puertas de abajo eran para almacenar ahí la leña y el carbón y los periódicos que se usaban para encenderla y una vez se quedó abierta la puerta y se metió la perra dentro sin darnos cuenta y se cerró con ella dentro. Estuvimos toda la puta mañana buscándola por la calle creyendo que se nos había escapado, menudo disgusto, menudo nerviosismo, hasta que la oí rascar abro y ahí estaba.

El viejo Bill tenía una cocinilla de esas, donde nos preparaba achicoria. También le gustaban las jovencitas. por lo que era muy bueno saltando a la comba.
 
Por eso mi padre decidió mantenerla mientras que los vecinos la fueron cambiando por cocinas modernas. Si algún día me hiciera mi casa en el campo me la ponía fijo para recordar mi infancia durante mi vejez al calor de esa lumbre. Cierro los ojos y recuerdo el sonido de los aros del fogón al abrirlos, el tacto de las puertas, el chirrido del cajón donde caía la ceniza, su olor y hasta diría que se me pone caliente el lado derecho de la cara, que era el que pegaba a ella cuando me sentaba a comer en la cocina.

Te juro que pensaba que ibas a decir que aun se te pone caliente el lado derecho de la cara recordando la hostia que te daba tu padre por acercarte tanto a la cocina.
 
Te juro que pensaba que ibas a decir que aun se te pone caliente el lado derecho de la cara recordando la hostia que te daba tu padre por acercarte tanto a la cocina.
Mi padre era diestro, por lo tanto si me daba un guantazo me caía en la mejilla izquierda :lol:
 

Ir al río y echarle una gota de lejía por litro es mucha lejía, yo me lo pensaba mejor.
 
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