Sir Ringo Starr
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Ay... si yo fuera dictador de España...
Exterminaría a andaluces, murcianos y valencianos, uno a uno.
Extirparía las cuerdas vocales de todos y cada uno de los aragoneses y extremeños.
Extendería un test psicológico a todos los vascos, navarros y catalanes y aniquilaría a todo aquél que mostrara alguna tendencia al nacionalismo.
Construiría un muro que trazara la frontera de Galicia, Asturias y Cantabria y sólo dejaría pasar a aquellos que abrieran la boca al hablar.
Bombardearía las afueras de Madrid, sólo dejando el centro (esto comprende desde el barrio de Salamanca hasta el fin del Retiro, en la plaza Mariano de Cavia, y desde Ciudad Universitaria hasta la mentada plaza)
Concentraría toda la industria española a las afueras de Barcelona, obligando a todo aquél de apellido no catalán a trabajar de cinco de la mañana a cinco de la tarde (que se querrán tomar sus chatos en el bar de la esquina, hombre, no conviene ser cruel tampoco)
Todos y cada uno de los riojanos elaborarían el mejor vino del mundo, entregándose a ello en cuerpo y alma.
Obligaría a todo castellano leonés a formar parte del nuevo ejército español.
Enviaría toda la inmigración a Castilla-La Mancha y crearía allí un gueto: Inmigrantes y Castellano manchegos se dedicarían de pleno a la crianza de los mejores caballos, carpas Koi y lombrices de California, que después se venderían a precio de oro en el extranjero.
Exterminaría a andaluces, murcianos y valencianos, uno a uno.
Extirparía las cuerdas vocales de todos y cada uno de los aragoneses y extremeños.
Extendería un test psicológico a todos los vascos, navarros y catalanes y aniquilaría a todo aquél que mostrara alguna tendencia al nacionalismo.
Construiría un muro que trazara la frontera de Galicia, Asturias y Cantabria y sólo dejaría pasar a aquellos que abrieran la boca al hablar.
Bombardearía las afueras de Madrid, sólo dejando el centro (esto comprende desde el barrio de Salamanca hasta el fin del Retiro, en la plaza Mariano de Cavia, y desde Ciudad Universitaria hasta la mentada plaza)
Concentraría toda la industria española a las afueras de Barcelona, obligando a todo aquél de apellido no catalán a trabajar de cinco de la mañana a cinco de la tarde (que se querrán tomar sus chatos en el bar de la esquina, hombre, no conviene ser cruel tampoco)
Todos y cada uno de los riojanos elaborarían el mejor vino del mundo, entregándose a ello en cuerpo y alma.
Obligaría a todo castellano leonés a formar parte del nuevo ejército español.
Enviaría toda la inmigración a Castilla-La Mancha y crearía allí un gueto: Inmigrantes y Castellano manchegos se dedicarían de pleno a la crianza de los mejores caballos, carpas Koi y lombrices de California, que después se venderían a precio de oro en el extranjero.