bigmamalover
Novato de mierda
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- 16 Oct 2005
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Yo visité a Maduritas Supercachondas 915233132. Están en la calle Estrella, junto a San Bernardo, pero no recuerdo el número.
Lo he puesto en otro foro. Aquí repito parte.
"Llamo, miran por la mirilla y me abren. Una chica mulata como de unos cuarenta, con labios siliconados y vestida con una especie de mallas de ciclista. Le digo que llamé antes y que preguntaba por la madura gordita. Me hace pasar a un cuarto. El piso, antiguo, era grande y muy limpio. Luz indirecta. en casi todos los sitios.
La chica entra: dice llamarse Lourdes. No es muy alta -como yo, más o menos 1,70- y no aparentaba los 50 años. Diría que en torno a 45 o quizá menos. Eso si: el traje que llevaba y el peinado los hubiera podido llevar mi abuela sin ningún problema. Creo que se confundieron y más que decirme "una chica de cincuenta años" me quisieron decir "una chica de los años cincuenta". Vuelve la madame y arreglamos: 40 el completo. Le di 50 para no tener prisa.
Vuelve Lourdes y me lleva al baño. Me empieza a lavar tanto la polla como el culo. Mientras, yo le voy tocando el culo, que era grande y, al menos bajo la malla que llevaba, consistente. Al acabar me levanto, me seca, me agarra la polla -a todo esto apenas habíamos hablado- que entre el lavado y las manos se me había puesto como pocas veces la había visto y se la mete en la boca. Me hizo una mamada como de dos minutos y se la metió hasta dentro. Me comió los huevos y me pasó la lengua por todas partes. Luego se levantó, nos abrazamos, la bajé el vestido y le saqué las tetas y nos metimos un morreo (había visto la botella de Listerine en el lavabo).
Me dice "vete a la habitación que ahora voy yo". Me da la toalla para que me tape, aunque se notaba un evidente efecto de tienda de campaña. Salgo del lavabo, tiro por el pasillo y me encuentro con una chica negrita y menuda en sujetador y bragas. Nos saludamos amablemente. Entro en la habitación.
Lourdes viene cuatro o cinco minutos después y se quita la ropa. A quienes les gusten los cuerpos esculturales no les iba a gustar, claro. Tiene la cara de una señora de 45 años pero no fea, pechos grandes pero no exagerados, pezones muy largos, barriga -con cesárea- pero no enorme, coño arreglado, con vello sobre la vulva. Culo grande.
Yo estaba echado en la cama (la habitación era amplia y grande y hacía calor, pero no había sábana: colcha y sobre ella puso una sábana desechable). Ella se me echó al lado "¿Qué te gusta?" "Todo" "¿Todo de todo?" "Sí" "¿Algo en concreto?" "No sabría decirte, que seas morbosa". Volvió a chupar. Se dio cuenta de que me gustaba morrear y después de una mamada larga y morbosa en la que fue cambiando de posición para que la metiera mano se puso encima de mi y me empezó a masajear con todo el cuerpo mientras me metía la lengua por todas partes. Me digo "me gusta estar con chicos guapos" (me figuro que iría incluido en el precio, pero siempre es agradable). A todo esto, fuera había una tertulia de lo más animado entre varias chicas y al menos dos hombres, televisión aparte. No presté mucha atención.
Luego, cambiamos de posición. Me dediqué a lamerle el coño -me pareció, ya digo, superaseada y no sé si fui yo o fue ella pero el caso es que la humedad empezó a extenderse por la zona púbica. Seguimos abrazados como en un combate de lucha mientras nos íbamos lamiendo y acariciando.
Al cabo de un rato me puso la goma, tras chuparme otro rato. Se subió encima y empezó a moverse como una locomotora. Como uno es de natural musculoso me sumé al movimiento hasta levantarla pero los juegos previos me habían dejado algo cansado y cambiamos de posición. Se la meti por detrás mientras la sobaba el culo. En un momento le dije "¿Haces griego? Ahora ya me figuro que no, pero en otro momento" "No has pagado por eso" "Claro, por eso digo que en otro momento, otro día que vuelva" "¿Quieres hacerlo?" "Tienes un culo rico" "Venga, métela y si al salir te pregunta la jefa, no digas nada". Metió la mano en la mesilla y se puso lubricante. Luego me cogió la polla pero el caso es que no acertábamos, la cogí yo y se la metí. No lo hicimos mucho rato, apenas dos o tres minutos, pero sabía moverse.
Luego, me tumbé y me quité la goma para acabar. Se tumbó a mi lado a acariciarme, morrearme y besuquearme. Mi mano izquierda quedó debajo de su cuerpo a la altura del coño, la toqué el clítoris con el dedo y ella empezó a mover las caderas para masajearse y jadear mientras yo, con la otra mano me iba a acariciando la polla. En un momento le pregunté qué más hacía aparte de griego y me dijo "todo. Lluvia... Lo que me pidas". Al final le solté un chorro (llevaba varios días sin hacerlo) que a ella le llegó al pelo. Luego, tras limpiarnos, volvimos a salir hacia la ducha. Ella abre la puerta mientras yo estaba de espaldas y le dice a alguien "Al final no me he ido" le contesta una voz femenina "Te vinieron a ver" "Sí" Se vuelve y me dice "vamos" cuando salgo veo en el pasillo a una mujer como Lola Gaos poco más o menos y me dice "Esta es la dueña" y le digo yo "Encantado" "Igualmente" sin parar mientes en que yo iba en pelotas y con el miembro viril ya algo caído pero muy expansionado.
Me lava de nuevo y volvemos a la habitacion, saludando de paso a otras dos chicas que acababan turno. Ya vestido llaman a la puerta y oigo una voz masculina, me dice que espere pero el caso es que la voz que sonaba terriblemente a un amigo que trabaja en la tele y la tiene inconfundible. Si llego a estar completamente seguro de ello salgo y le digo "Coño, XX, tú por aquí" a ver qué cara pone. Pero como no estaba seguro esperé a que se despejase el pasillo.
Me dice "vuelve un día de estos y hacemos bien el griego". Y me fui. Daban las ocho en punto. 45 minutos bien intensos. La experiencia no fue friki en sí. Ahora bien, la 'discreción'... Sobre todo cuando bajando me encontré con dos vecinos.
Lo he puesto en otro foro. Aquí repito parte.
"Llamo, miran por la mirilla y me abren. Una chica mulata como de unos cuarenta, con labios siliconados y vestida con una especie de mallas de ciclista. Le digo que llamé antes y que preguntaba por la madura gordita. Me hace pasar a un cuarto. El piso, antiguo, era grande y muy limpio. Luz indirecta. en casi todos los sitios.
La chica entra: dice llamarse Lourdes. No es muy alta -como yo, más o menos 1,70- y no aparentaba los 50 años. Diría que en torno a 45 o quizá menos. Eso si: el traje que llevaba y el peinado los hubiera podido llevar mi abuela sin ningún problema. Creo que se confundieron y más que decirme "una chica de cincuenta años" me quisieron decir "una chica de los años cincuenta". Vuelve la madame y arreglamos: 40 el completo. Le di 50 para no tener prisa.
Vuelve Lourdes y me lleva al baño. Me empieza a lavar tanto la polla como el culo. Mientras, yo le voy tocando el culo, que era grande y, al menos bajo la malla que llevaba, consistente. Al acabar me levanto, me seca, me agarra la polla -a todo esto apenas habíamos hablado- que entre el lavado y las manos se me había puesto como pocas veces la había visto y se la mete en la boca. Me hizo una mamada como de dos minutos y se la metió hasta dentro. Me comió los huevos y me pasó la lengua por todas partes. Luego se levantó, nos abrazamos, la bajé el vestido y le saqué las tetas y nos metimos un morreo (había visto la botella de Listerine en el lavabo).
Me dice "vete a la habitación que ahora voy yo". Me da la toalla para que me tape, aunque se notaba un evidente efecto de tienda de campaña. Salgo del lavabo, tiro por el pasillo y me encuentro con una chica negrita y menuda en sujetador y bragas. Nos saludamos amablemente. Entro en la habitación.
Lourdes viene cuatro o cinco minutos después y se quita la ropa. A quienes les gusten los cuerpos esculturales no les iba a gustar, claro. Tiene la cara de una señora de 45 años pero no fea, pechos grandes pero no exagerados, pezones muy largos, barriga -con cesárea- pero no enorme, coño arreglado, con vello sobre la vulva. Culo grande.
Yo estaba echado en la cama (la habitación era amplia y grande y hacía calor, pero no había sábana: colcha y sobre ella puso una sábana desechable). Ella se me echó al lado "¿Qué te gusta?" "Todo" "¿Todo de todo?" "Sí" "¿Algo en concreto?" "No sabría decirte, que seas morbosa". Volvió a chupar. Se dio cuenta de que me gustaba morrear y después de una mamada larga y morbosa en la que fue cambiando de posición para que la metiera mano se puso encima de mi y me empezó a masajear con todo el cuerpo mientras me metía la lengua por todas partes. Me digo "me gusta estar con chicos guapos" (me figuro que iría incluido en el precio, pero siempre es agradable). A todo esto, fuera había una tertulia de lo más animado entre varias chicas y al menos dos hombres, televisión aparte. No presté mucha atención.
Luego, cambiamos de posición. Me dediqué a lamerle el coño -me pareció, ya digo, superaseada y no sé si fui yo o fue ella pero el caso es que la humedad empezó a extenderse por la zona púbica. Seguimos abrazados como en un combate de lucha mientras nos íbamos lamiendo y acariciando.
Al cabo de un rato me puso la goma, tras chuparme otro rato. Se subió encima y empezó a moverse como una locomotora. Como uno es de natural musculoso me sumé al movimiento hasta levantarla pero los juegos previos me habían dejado algo cansado y cambiamos de posición. Se la meti por detrás mientras la sobaba el culo. En un momento le dije "¿Haces griego? Ahora ya me figuro que no, pero en otro momento" "No has pagado por eso" "Claro, por eso digo que en otro momento, otro día que vuelva" "¿Quieres hacerlo?" "Tienes un culo rico" "Venga, métela y si al salir te pregunta la jefa, no digas nada". Metió la mano en la mesilla y se puso lubricante. Luego me cogió la polla pero el caso es que no acertábamos, la cogí yo y se la metí. No lo hicimos mucho rato, apenas dos o tres minutos, pero sabía moverse.
Luego, me tumbé y me quité la goma para acabar. Se tumbó a mi lado a acariciarme, morrearme y besuquearme. Mi mano izquierda quedó debajo de su cuerpo a la altura del coño, la toqué el clítoris con el dedo y ella empezó a mover las caderas para masajearse y jadear mientras yo, con la otra mano me iba a acariciando la polla. En un momento le pregunté qué más hacía aparte de griego y me dijo "todo. Lluvia... Lo que me pidas". Al final le solté un chorro (llevaba varios días sin hacerlo) que a ella le llegó al pelo. Luego, tras limpiarnos, volvimos a salir hacia la ducha. Ella abre la puerta mientras yo estaba de espaldas y le dice a alguien "Al final no me he ido" le contesta una voz femenina "Te vinieron a ver" "Sí" Se vuelve y me dice "vamos" cuando salgo veo en el pasillo a una mujer como Lola Gaos poco más o menos y me dice "Esta es la dueña" y le digo yo "Encantado" "Igualmente" sin parar mientes en que yo iba en pelotas y con el miembro viril ya algo caído pero muy expansionado.
Me lava de nuevo y volvemos a la habitacion, saludando de paso a otras dos chicas que acababan turno. Ya vestido llaman a la puerta y oigo una voz masculina, me dice que espere pero el caso es que la voz que sonaba terriblemente a un amigo que trabaja en la tele y la tiene inconfundible. Si llego a estar completamente seguro de ello salgo y le digo "Coño, XX, tú por aquí" a ver qué cara pone. Pero como no estaba seguro esperé a que se despejase el pasillo.
Me dice "vuelve un día de estos y hacemos bien el griego". Y me fui. Daban las ocho en punto. 45 minutos bien intensos. La experiencia no fue friki en sí. Ahora bien, la 'discreción'... Sobre todo cuando bajando me encontré con dos vecinos.