Ayer quedé por la tarde con una del baduc, cuarenta años aunque aparentaba unos 30, viviendo con los padres aún y no habiéndose emancipado en la vida aunque fuera en un cuchitril de estudiantes o en pareja, de caracter infantiloide y notándosele a millas la sobreprotección familiar en toda su persona, de profesión autónoma de los potingues estos de Mary Kay y creo que por hacer algo en la vida, ah y con el ostentoso record de 2 años como relación más larga, un diamante en bruto y tal.
Resulta que llevábamos días hablando, todo pintaba a que iba a ser tomar algo y go home a darle a la matraca , en un arrebato de sinceridad me había confesado por whatsapp que solía ser su modus operandi aunque luego solía ser muy frio, cosa que he de admitir que suele ser verdad para que engañarnos, así que tras tres horas con el culo sentado en una terraza desenvolviendo mis artes de gentleman la cojo y empiezo a darle filetuning del bueno, la tipa que es blanquecina de piel empieza a ponerse de ese rojo hormonas fruto de que allí abajo algo empezaba a chorrear, total que tras otro beso le digo de ir tirando millas y me dice que le he caido muy bien, que empieza a estar un poco harta del polvo y adios y que le gustaría ir más despacio esta vez conmigo, genial me ha tocado ser el puto conejillo de indias, supongo que el anterior que se la cepilló debe de estar mirándome en posición Nelson.
Total que con cara de gatillazo y ganas de pirarme le digo que vale lo vamos hablando, vuelta a casa y paja al canto en su honor.
Empiezo a echar de menos a mi expareja y eso es muy mala señal.