Cambiar de profesión, o cómo sacar pasta a los gñés

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Sexador de pollos, que parece una profesión de ciencia ficción sacada de una película del Esteso y el Pajares, pero que realmente existe. Durante mi adolescencia estuve trabajando algunos días en una granja donde mi padre, camionero, llevaba pollos, cerdos y demás alimañas. Los fines de semana solían separar las codornices hembras de los machos, y para ello había que fijarse en el pecho, en el dibujo que éstas mostraban. Estaban en una nave llena de polvo y demás mierda que se te metía en lo más profundo de los pulmones. A medida que separaban a las aves las metían en unas cajas que para mí, en aquella época, con mi extrema delgadez, resultaban muy pesadas, pero los que allí trabajaban, gente bastante hecha polvo, parecía que apenas pesase. Cargaban varios camiones en una noche, y tenían que meter las cajas por un agujero en la pared que parecía hecho a medida de las propias cajas.

En mi vida he sufrido más trabajando que en esa mierda, entre el calor, los olores y el polvo, era un puto infierno, a lo cual había que añadir el peso de las cajas llenas. Además el resto, la mitad de ellos moromierders, se reían de mi físico escuálido y por lo blandengue que era, tenía 16 años por aquel entonces. Estuve trabajando regularmente durante todo el verano por imposición paterna, y las primeras semanas, aunque no iba cada día, fueron de unas agujetas terribles. Cuando terminó el verano y ya me había adaptado a toda esa mierda, ya tenía que volver a empezar el curso.

Huelga decir que el verano siguiente preferí irme de camarero a un bareto de mierda antes que volver a repetir la experiencia, con los dolores de espalda, agujetas y sueño cambiado de mierda, pues se trabajaba de noche. Puro SIDA.

Si tiene el caballero más experiencias de mierda tal vez este sea su hilol:

 
@Anodino, pon foto de tu taller. Yo me tiro las noches y las sobremesas mirando vídeos y vídeos de gente que hace cosas con sus manos y los talleres que tiene me hacen fantasear y crearme mi propio taller mentalmente. Cogiendo una idea de uno, un tipo de mueble de otro, y así. Pon fotos del tuyo o si tiene canal de youtube pásamelo por privado.
 
@Anodino, pon foto de tu taller. Yo me tiro las noches y las sobremesas mirando vídeos y vídeos de gente que hace cosas con sus manos y los talleres que tiene me hacen fantasear y crearme mi propio taller mentalmente. Cogiendo una idea de uno, un tipo de mueble de otro, y así. Pon fotos del tuyo o si tiene canal de youtube pásamelo por privado.
¿Nunca has pensado de verdad en montarte un pequeño taller? Depende de lo que sea te lo puedes montar en casa.
 
Muchas veces, amigo, muchas veces. Incluso los he presupuestado, mirando los precios de las herramientas que necesitaría, la compra de un pequeño local destartalado a las afueras, una web para vender el género, etc. Pero mi vida es un eterno proyecto, nunca paso a la acción, solo proyecto porque soy un cobarde de mierda.
 
Muchas veces, amigo, muchas veces. Incluso los he presupuestado, mirando los precios de las herramientas que necesitaría, la compra de un pequeño local destartalado a las afueras, una web para vender el género, etc. Pero mi vida es un eterno proyecto, nunca paso a la acción, solo proyecto porque soy un cobarde de mierda.
¿No puede montar el taller en una habitación de su casa? ¿Se puede saber de qué va la cosa?
 
Puedo si me dedico a la marroquinería o a hacer esculturas de rolling ball, que me fascinan, sí. Pero yo soy más tosco y solo puedo aspirar al gremio de José padre putativo.

Me mola este pavo porque tiene un cuchitril tipo zulo y sin herramientas caras, lo más caro es una sierra circular de mesa. Lo demás lo hace a mano y aunque no es que sea un puto genio y tire mucho de tirafondos, al final hace cosas resultonas que se pueden vender a tontos molones y hipster de esos.
 
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Este es mi taller, amigos. Está hecho una porquería y solo lo ordeno si viene una visita que me pueda dar dinero, pero soy feliz allí.
 
Sí, ¿no? Pon algo que nos riamos de nuestra propia incultura.
 
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Sí, ¿no? Pon algo que nos riamos de nuestra propia incultura.
Gracias por el interés, amigo. Pero ya he leído por ahí que las triangulaciones verrugueras son legendarias. Bastante me la he jugado ya con las fotos del taller.
 
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Pero no puedes mantener tu arte oculto eternamente, tarde o temprano serás famoso y tus creaciones inmortales.
 
Yo cuando estaba en el hospital por lo de la embolia, se me metió en la cabeza estudiar lo de curtidor. Me fascina los objetos de cuero. Las FPs al respecto y las mejores salidas laborales estaban en Huelva, donde está una de las marcas punteras de botas (no me acuerdo el nombre).

Irónicamente, meses después una de mis compañeras de piso se compró unas botas de esa marca, la muy pija.
Eso no es un curtidor, es un guarnicionero. Aunque normalmente se dedican a todo lo relacionado con la equitación, algunos se especializan en otras cosas.
Valverde del camino, Hinojos y Sanlúcar la Mayor tiene algunos de los mejores profesionales. Yo estuve de aprendiz un año. Cobraba poco/nada y por eso me fui a trabajar.
Tampoco me gustaba demasiado así que no puedo decir que me arrepienta.
 
Pues se dedican tanto a hacer arreglos de ropa como a confección a medida. Hasta llegar a nivel de sastre me quedan muchos años, pero lo he cogido con bastante ilusión y serán meses y meses empezando por lo bajo, más concretamente por bajos de pantalones y arreglos mierders y con algo de formación y la práctica llegar a poder pensar que he encontrado un trabajo que tiene esa parte artesanal que cada vez se va perdiendo más.

Aluego te gastas unos ahorros en un local bien surtido de maderas por las paredes y con ambiente clásico y exclusivo y les cobras a los clientes lo que quieras.
 
Puedo si me dedico a la marroquinería o a hacer esculturas de rolling ball, que me fascinan, sí. Pero yo soy más tosco y solo puedo aspirar al gremio de José padre putativo.

Me mola este pavo porque tiene un cuchitril tipo zulo y sin herramientas caras, lo más caro es una sierra circular de mesa. Lo demás lo hace a mano y aunque no es que sea un puto genio y tire mucho de tirafondos, al final hace cosas resultonas que se pueden vender a tontos molones y hipster de esos.
Si tiene una habitación libre lo puede poner allí aunque no estoy muy seguro de que a los vecinos les guste el ruido de las máquinas.

¿Necesita mucho dinero para montar un modesto taller en casa? ¿Lo ha cuantificado?
 
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Si tiene una habitación libre lo puede poner allí aunque no estoy muy seguro de que a los vecinos les guste el ruido de las máquinas.

¿Necesita mucho dinero para montar un modesto taller? ¿Lo ha cuantificado?
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Redpo Mallorca
Leather & shit


En Redpo Mallorca Leather & shit creemos que vestir pieles no tiene que estar reñido con respetar a los animales. Todos nuestros animales han muerto de viejos rodeados de los suyos. 100% Respetuoso con el miedo ambiente. Damun euro.
 
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Aluego te gastas unos ahorros en un local bien surtido de maderas por las paredes y con ambiente clásico y exclusivo y les cobras a los clientes lo que quieras.

De momento aprender, no queda más y el negocio ya está montado, cero inversión hay que hacer. Otra cosa son ideas que me puedan ir surgiendo, pero eso ya a largo plazo, cuando conozca más del negocio. Ahora mismo estoy de aprendiz de todo y ya voy viendo que lo que busca en mí principalmente es alguien para atender cara al público y llevarle la tienda y la sociedad, además ya he tenido que gestionar mi SL por lo que no me viene de nuevo. Oficialmente hago media jornada que la comparto con él pero estoy todo el día y ya me encargo de atender a los clientes y en los ratos libres ayudar en lo que haga falta, desde planchar a descoser prendas.
 
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Para darle algo de Lol al asunto hoy una señora de unos 55 años largos y que no estaba nada mal se ha puesto detrás de mí mientras le apuntaba el encargo, me ha puesto la mano sobre el hombro y me ha dicho que a ver si estaba el día que viniera a recogerlo. Ya ha empezado el tonteo cuando ha llegado al acercarme a ella, que me ha preguntado si era cliente o trabajaba ahí.

Llevaba un vestido tal que así con sus taconazos, gafas de sol y bolso Louis Vuitton

vestido-escote-barco-de-punto-elastico-negro.jpg


Y para que no parezca lo que no es, la tienda está en la zona medio-alta de bcn pero el local es relativamente pequeño y mal montado, con cero glamour, pero la zona es la zona y entre la lista de clientes ya he visto a varios nombres conocidos.
 
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Sexador de pollos, que parece una profesión de ciencia ficción sacada de una película del Esteso y el Pajares, pero que realmente existe. Durante mi adolescencia estuve trabajando algunos días en una granja donde mi padre, camionero, llevaba pollos, cerdos y demás alimañas. Los fines de semana solían separar las codornices hembras de los machos, y para ello había que fijarse en el pecho, en el dibujo que éstas mostraban. Estaban en una nave llena de polvo y demás mierda que se te metía en lo más profundo de los pulmones. A medida que separaban a las aves las metían en unas cajas que para mí, en aquella época, con mi extrema delgadez, resultaban muy pesadas, pero los que allí trabajaban, gente bastante hecha polvo, parecía que apenas pesase. Cargaban varios camiones en una noche, y tenían que meter las cajas por un agujero en la pared que parecía hecho a medida de las propias cajas.

En mi vida he sufrido más trabajando que en esa mierda, entre el calor, los olores y el polvo, era un puto infierno, a lo cual había que añadir el peso de las cajas llenas. Además el resto, la mitad de ellos moromierders, se reían de mi físico escuálido y por lo blandengue que era, tenía 16 años por aquel entonces. Estuve trabajando regularmente durante todo el verano por imposición paterna, y las primeras semanas, aunque no iba cada día, fueron de unas agujetas terribles. Cuando terminó el verano y ya me había adaptado a toda esa mierda, ya tenía que volver a empezar el curso.

¿Alguien sabe cómo se titulaban aquellas pelis-documentales de nombres extrañísimos en las que se veían una serie de escenas de cosas raras y chungas y bonitas del mundo? Recuerdo que salía durante un buen rato un sexador de pollos clasificándolos a toda hostia. Molaría volverlas a ver.
 
Me jarté a estudiar Letras porque aquí en casa era lo que se imponía. Ni siquiera traté de entrar en Bellas Artes, que era lo único que realmente me molaba, porque el ambiente perroflauta que lo rodeaba no iba conmigo. Sí, ya sé que hay cabida para todo, pero lo de dogmatizar el arte no lo veía.

Con buen expediente (lo siento, no lo volveré a hacer) acabé con becas, estancias aquí y allá y un pie dentro de la investigación. Eso me llevó a dar clases en Universidades de Portugal, aunque acabé volviendo a España para opositar. Sumados, 22 años trabajando de maestrico, como solía decir.

Hasta que un día, a mitad de curso, en plena clase, tiza en mano, fue como si de una película se tratase: el tiempo se ralentizó y en un silencio sepulcral me pregunté "pero qué coño hago aquí". Ese mismo día, volviendo a casa, me propuse el cambio.

Al final de ese curso no renové el contrato laboral, dejé el piso que tenía, metí todas mis cosas en un furgón y me volví a la tierra de donde me marché con 22 años. Acepté la prestación por desempleo (hay varias alternativas), me busqué un local baratuni y me hice con algo de utillaje. Trabajo sobre todo el moldeo de piezas en resina, fibra, epoxi, siliconas... pero también le quiero meter mano al tema de la fundición de metales.

Total, que me fabrico de cero mis propios chismes. Trabajo lo que quiero y cuando quiero. Me di a mi mismo una semana de vacaciones y ha sido la primera vez que he notado que no me hacía falta. Echo horas a morir, pero no me pesan.

No paro de preguntarme por qué no lo hice antes. Así que feliz. Dios dirá cuándo tengo que volver a opositar.
La historia me da envidia, qué quieres que te diga. Bueno, no exactamente envidia, porque no soy una persona que sepa lo que es y entiendo que la envidia es un sentimiento negativo. Me gustaría, simplemente, que me pasara eso a mí, pero no sólo no te miro mal porque te ha pasado eso, sino que además me alegro por ello.
Entiendo que te pesa más el factor económico por alguna razón que la del estatus laboral, aunque puede que bajar de la pirámide te joda un poco, ¿no?

Efectivamente empezar de cero en algo nuevo es jodido mirando el pecunio, porque no sólo hay un ritmo de vida que llevar, sino que al parón de ingresos casi siempre hay que sumarle algun desembolso. Hay gente que cambia de empresa y ya está, o hace carrera nueva con su viejo portátil desde casa, pero si lo que te gusta es la gubia y la escofina (lo adoro), hay que aflojar pasta antes de ponerse a pensar en ganarla.

Ahora bien, cuando el cambio de trabajo supone un cambio de vida, las circunstancias también van cayendo como fichas de dominó. Si no es un cambio de trabajo, un pruebo aquí porque no me han renovado allá, los cambios de empleo conllevan toda una revolución interior. El cochazo y los incentivos dejan de importarte, los trajes para las reuniones se quedan para las bodas y la misión de tu existencia deja de ser la de ingresar dinero.

No sólo no me importa empezar de cero y sentirme como a los 20, es que lo estoy gozando. Soy como lo era a los 20, pero con muchas cosas aprendidas. Lo digo de verdad, la pasta para mí ha dejado de ser una preocupación. No tengo la sensación de trabajar, tengo la de vivir, de divertirme y hacer lo que me sale de las pelotas.

Un día, aún siendo maestrico, me puse a echar cuentas para saber para quién trabajaba: para la hijaputa que me alquilaba un piso por un precio que no lo valía, para Volkswagen, Renfe y Repsol; para Endesa, Movistar y HP; para Inditex y la madre que lo parió. Para lo que iba metiendo en la hucha, no compensaba.

Tómate a bien la pregunta: ¿Tú para quién trabajas?
No puedo más que darte la razón en todo ello. Correcto todo. Si es que eso es por lo que lo tengo claro que sería lo que me gustaría que pasara, no por nada más. Ahora bien, yo tengo la nefanda costumbre de comer tres veces al día, y, lo que es peor, hacerlo todos los días. Tengo también un techo que pagar, y cuatro cosas más. No puedo, simple y llanamente no puedo, quedarme sin ingresos y encima afrontar gastos con la esperanza de que de aquí a dos años vuelvan los ingresos a un nivel que me permita seguir afrontando los gastos que, estos sí, los tengo todos los meses. O quizá sí puedo, pero el riesgo es grande. O quizá el riesgo no es tan grande pero no me atrevo. O quizá no sé cómo hacerlo.

El estatus laboral me suda la polla un millón. Para empezar, no lo tengo. No soy ninguna estrella del rock and roll. Para continuar, aunque lo tuviera no sé bien qué se hace con él. ¿Te vas a un bar y repartes tarjetas donde pone que eres el CEO de una gran compañía y esperas un aplauso o qué? Yo trabajo por una sola razón: un sueldo al mes para vivir. El trabajo a mí me proporciona una sola alegría: el ingreso de la nómina. Cero realización, cero gusto por él, cero todo. Y es justo por esto, porque tengo que ir ocho horas a una oficina a llamar a clientes a ver si quieren hacer publicidad por lo que me gustaría hacer cualquier otra cosa como por ejemplo lo que hace el restaurador de muebles por cuya puerta paso cada día. Porque mi trabajo no es bonito, no me realiza, no me entretiene, no me hace feliz, no genera nada de lo que pueda yo sentirme orgulloso ni contento. En cambio si alguien me trajera una silla desvencijada y yo le devolviera una silla perfectamente operativa y bonita eso me haría feliz, porque me encanta devolverle la vida a los objetos, rescatar lo que iba de camino a la basura o a la hoguera y volverlo a utilizar. Por eso me gustan los muebles de segunda mano, las navajas herrumbrosas rescatadas de un anticuario y puestas de nuevo en marcha y que vuelven a afeitar ochenta años después una cara y me encanta un objeto hecho para durar y sobrevivir a su dueño. Además sé que lo gozaría como tú, que lo disfrutaría, y que a buen seguro compartiría contigo todas esas sensaciones. Pero no puedo. O no sé. O no me atrevo.
 
En cambio si alguien me trajera una silla desvencijada y yo le devolviera una silla perfectamente operativa y bonita eso me haría feliz, porque me encanta devolverle la vida a los objetos, rescatar lo que iba de camino a la basura o a la hoguera y volverlo a utilizar. Por eso me gustan los muebles de segunda mano, las navajas herrumbrosas rescatadas de un anticuario y puestas de nuevo en marcha y que vuelven a afeitar ochenta años después una cara y me encanta un objeto hecho para durar y sobrevivir a su dueño. Además sé que lo gozaría como tú, que lo disfrutaría, y que a buen seguro compartiría contigo todas esas sensaciones. Pero no puedo. O no sé. O no me atrevo.

¿Por qué no encuentras un par de sillas viejas, las lijas y barnizas en tu cocina, y miras a ver si las revendes en Wallapop? ¿No se te ha ocurrido que llevar tus pajas mentales a cabo a pequeña escala puede darte una idea más palpable del asunto?
 
Para dar el paso lo ideal sería tener primero la afición, y una base que te sirva para saber si se te llega a dar bien. Cualquier oficio artesano requiere de años y años de experiencia por lo que parte de esa inversión en tiempo debería ser como hobby.
 
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