pasputin rebuznó:
Pues mira amigo, este hombre que tanto odias dijo una de las cosas más sensatas que han sido dichas los últimos años por políticos:
"Ni la unidad de España ni la independencia de Catalunya o Euzkadi merecen un solo muerto"
Esa frase encierra gran cinismo al ser pronunciada por alguien siempre dispuesto a sacar tajada del terrorismo y a ayudar a que otros la saquen. Me gustaría saber si esa frase la hubiera discho si los asesinos fuesen fascistas españoles y los muertos nacionalistas catalanes. ¿Hablaría entonces tanto de paz y negociación? Lo dudo mucho. Es muy fácil exigir que se negocie con los terroristas cuando tú estás a salvo (hasta has conseguido una tregua para tu región), no son los tuyos los que han muerto (porque esta gentuza no considera "de los suyos" a los militares, guardias civiles, gentes del PP, etc.) y, sobre todo, esa negociación lo único que puede hacer es beneficiarte vía sumisión al chantaje, ayudando la los hermanos abertzales, que algo seguro que caerá.
Esa frase, además, es tramposa. La unidad de España... en sí misma la unidad de España no es nada, pero ¿qué hay detrás de su ruptura? Si hasta ahora los vascos españolistas las han pasado putas bajo la conjunción ETA-HB_sacudidor_de_nogales y PNV_recolector_de_nueces, ¿qué pueden esperar en un País Vasco independiente? Lo podemos imaginar, la disyuntiva sería la siguiente:
1. Sumisión
2. Expatriación
3. Muerte
Cojonuda alternativa. ¿La unidad de España merece algún muerto? Desde luego, los cargos electos del PP y del PSOE en el País Vasco así lo creen desde hace mucho, en este caso ocupando el papel voluntario de eventuales víctimas, arriesgándose a que les peguen un tiro en la cabeza o que les revienten de un bombazo (el
boom de afiliaciones en el PP vasco se produjo tras el asesinato de Gregorio Ordóñez, eso es PATRIOTISMO del de verdad) jugándose la vida [cosa que jamás ha hecho el cabrón de Carod] por la unidad de España y la democracia. Y, por cierto, son esas personas (al menos las del PP) las que no quieren oír hablar de negociaciones con los asesinos mentras no abandonen definitivamente el terrorismo. Será por algo.
La defensa de la libertad sí merece en ocasiones morir y, si procede, matar por ella.