Si la perversa maquinaria de los vuelos de deportación deja un  reguero de pruebas de maltratos policiales, humillaciones y violencia,  en este caso además el Estado español deporta inmigrantes a un  país en el que la guerra ha producido recientemente cientos de miles de  personas refugiadas, tanto internas como hacia otros países.
 Desde la Campaña por el Cierre de los CIE hacemos un nuevo  llamamiento al fin de las deportaciones y a la intensificación de la  campaña de boicot a Air Europa y el Grupo Globalia, empresas que  facturan decenas de millones de euros por estos vuelos.