Sir Ano de Bergerac
La becaria de Aramís Fuster.
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Llevo mucho tiempo estudiando cómo ser un genio. Intentaré ser lo más humilde posible siempre que mi exposición no se distorsione.
Sé que no es demasiado legítimo porque estas cosas deberían nacer solas, pero también sé que todos fueron unos tramposos como yo; nadie nació genio, todos se lo propusieron a largo plazo, y podríamos decir que yo llevo toda la vida haciéndolo y siento que ahora, justo ahora, estoy preparado para salir del cascarón y presentarme ante el mundo. Considero que ya he aprendido las cosas más importantes que tenía que aprender y voy a compartirlas con vosotros:
Lo primero y más importante que debería saber cualquiera que se plantee vivir de esta manera es que no vas a ser una estrella, vas a ser un mártir. Hay que tener esto bien claro porque los hay que buscan la fama, el dinero y todo eso, y no tienen en cuenta que son cosas que suelen llegar tarde y cuando no los necesitas. No, si uno quiere ser artista y se lanza a ello con todas las consecuencias es porque no tiene mas remedio, porque tiene un impulso, una inquietud más fuerte que uno mismo y que debe salir adelante, porque le matan los remordimientos que le pudieran provocar el privar al mundo de su talento. No es fácil, no es una vida sencilla, implica vivirlo todo con una intensidad y obsesión insanas, es mucho más cómoda casi cualquier otra forma de ganarse la vida.
Hasta hace poco no sabía por dónde tirar, si ser artista plástico o audiovisual, la literatura me encanta pero no me provoca demasiado placer su creación, y la música me gusta aún más pero soy un negado en la materia. Me voy a dedicar a la pintura porque mi progresión es espectacular, es en donde más controlo, donde más cómodo me encuentro para expresarme, y por decisiones más razonadas: quiero decir sin parecer vanidoso que la pintura está muerta desde hace décadas y me he propuesto salvarla. La pintura es un arte en el que parece que ya está todo dicho y no es así; el arte moderno ha tenido un descarrilamiento desde los años 60s y por inercia la bola ha ido haciéndose más y más gorda, la pintura se ha convertido en un arte acomodado, cada vez más alejado de la humanidad, del pueblo, de su época; es normal que la gente de a pie ya no se sienta identificada ni la entienda, algo que sí ha sabido hacer muy bien el cine, que siendo un arte muy directo, contando los problemas y las alegrías de una sociedad y una época, poniéndoles nombres, mostrando sus héroes y sus villanos se ha ganado el favor del público, es normal. Estoy aquí para volver a encajar la pintura del lugar del que nunca debió salir, tengo los conocimientos y las herramientas, puedo hacerlo.
Empecé dibujando, también con el graffiti, que ha sido el movimiento pictórico más importante de los últimos tiempos. Luego me empecé a obsesionar con lo que hacía y más tarde me obsesioné con otros artistas. La obsesión es importante, no ha habido un solo gran artista que no estuviera obsesionado con su trabajo, la obsesión canaliza todos tus recursos hacia un ámbito hasta un punto tan enfermizo que aquel que no lo haya estado difícilmente lo podrá comprender, la obsesión puede llegar a la amargura, a la impotencia, a la desesperación; una de las cosas por las que hablé anteriormente de que para traer cosas bellas hay que ser un poco mártir. También es necesario sumirse en una profunda soledad, no una soledad social, una soledad mucho más interior y devastadora
Cuando ya sabía todo lo que había que saber en cuanto a la técnica empecé a buscar "lo otro", esto es sin duda lo que marca la diferencia, la técnica realmente no es tan importante y con dedicación se acaba por dominar con mayor o menor maestría. "Lo otro" no vi suficientemente claro lo que era hasta que Picasso puso palabras a lo que buscaba:
Y es eso, pintar es cosa de la inteligencia, es un ejercicio intelectual del más alto nivel, saber dibujar monigotes o agarrar una cámara o escribir tildes correctamente es lo de menos. Tu inteligencia es la que le da cuerpo a la obra. Luego podríamos decir que la inteligencia es el cuerpo y tu honestidad como artista es el alma. Podemos comprobar en artistas del más alto nivel cómo habiendo sobrepasado los límites de maestría en cuanto a composición hay algo más; ese algo más es la nitidez de su mirada, su mirada nos habla de la pureza de sus almas, todos esos retratos magistrales de Goya o Velázquez en los que un simple rostro, una leve insinuación de un gesto nos dicen tanto que casi dan ganas de apiadarse y sentir lástima por las almas de esos nobles y príncipes solitarios son así porque había un verdadero genio tras los pinceles con una sensibilidad extraordinaria absorbiendo todos esos sentimientos y que sabían perfectamente cómo plasmarlos en una tela. Para mi eso es algo sobrenatural:
Bien, he tenido este año escolar que ya termina, prácticamente sabático, dedicándome a devorar toda la cultura que me ha atraído y sobre todo a pensar mucho, a estar en soledad para depurar mi alma, también tenía una última tarea pendiente y me he autoimpuesto disciplinas feroces para poder tener control absoluto sobre mi; me he prohibido la comida, las mujeres, internet, todo sobrepasado con éxito y sin excepciones. Espero haberme preparado bien porque me dispongo a lanzarme a la piscina de cabeza, recoged los pedazos cuando estéis abajo.
Sé que no es demasiado legítimo porque estas cosas deberían nacer solas, pero también sé que todos fueron unos tramposos como yo; nadie nació genio, todos se lo propusieron a largo plazo, y podríamos decir que yo llevo toda la vida haciéndolo y siento que ahora, justo ahora, estoy preparado para salir del cascarón y presentarme ante el mundo. Considero que ya he aprendido las cosas más importantes que tenía que aprender y voy a compartirlas con vosotros:
Lo primero y más importante que debería saber cualquiera que se plantee vivir de esta manera es que no vas a ser una estrella, vas a ser un mártir. Hay que tener esto bien claro porque los hay que buscan la fama, el dinero y todo eso, y no tienen en cuenta que son cosas que suelen llegar tarde y cuando no los necesitas. No, si uno quiere ser artista y se lanza a ello con todas las consecuencias es porque no tiene mas remedio, porque tiene un impulso, una inquietud más fuerte que uno mismo y que debe salir adelante, porque le matan los remordimientos que le pudieran provocar el privar al mundo de su talento. No es fácil, no es una vida sencilla, implica vivirlo todo con una intensidad y obsesión insanas, es mucho más cómoda casi cualquier otra forma de ganarse la vida.
Hasta hace poco no sabía por dónde tirar, si ser artista plástico o audiovisual, la literatura me encanta pero no me provoca demasiado placer su creación, y la música me gusta aún más pero soy un negado en la materia. Me voy a dedicar a la pintura porque mi progresión es espectacular, es en donde más controlo, donde más cómodo me encuentro para expresarme, y por decisiones más razonadas: quiero decir sin parecer vanidoso que la pintura está muerta desde hace décadas y me he propuesto salvarla. La pintura es un arte en el que parece que ya está todo dicho y no es así; el arte moderno ha tenido un descarrilamiento desde los años 60s y por inercia la bola ha ido haciéndose más y más gorda, la pintura se ha convertido en un arte acomodado, cada vez más alejado de la humanidad, del pueblo, de su época; es normal que la gente de a pie ya no se sienta identificada ni la entienda, algo que sí ha sabido hacer muy bien el cine, que siendo un arte muy directo, contando los problemas y las alegrías de una sociedad y una época, poniéndoles nombres, mostrando sus héroes y sus villanos se ha ganado el favor del público, es normal. Estoy aquí para volver a encajar la pintura del lugar del que nunca debió salir, tengo los conocimientos y las herramientas, puedo hacerlo.
Empecé dibujando, también con el graffiti, que ha sido el movimiento pictórico más importante de los últimos tiempos. Luego me empecé a obsesionar con lo que hacía y más tarde me obsesioné con otros artistas. La obsesión es importante, no ha habido un solo gran artista que no estuviera obsesionado con su trabajo, la obsesión canaliza todos tus recursos hacia un ámbito hasta un punto tan enfermizo que aquel que no lo haya estado difícilmente lo podrá comprender, la obsesión puede llegar a la amargura, a la impotencia, a la desesperación; una de las cosas por las que hablé anteriormente de que para traer cosas bellas hay que ser un poco mártir. También es necesario sumirse en una profunda soledad, no una soledad social, una soledad mucho más interior y devastadora
Cuando ya sabía todo lo que había que saber en cuanto a la técnica empecé a buscar "lo otro", esto es sin duda lo que marca la diferencia, la técnica realmente no es tan importante y con dedicación se acaba por dominar con mayor o menor maestría. "Lo otro" no vi suficientemente claro lo que era hasta que Picasso puso palabras a lo que buscaba:
“Todos se empeñan en comprender el arte. ¿Por qué no intentan comprender el canto de los pájaros?, ¿por qué nos gusta la noche, las flores, lo que nos rodea, sin que intentemos comprenderlo?. Pero, cuando se trata de un cuadro, la gente piensa que lo tiene que comprender. ¡Si fueran capaces de entender que un artista crea porque tiene que hacerlo, que él es sólo una parte insignificante del mundo, y que no deben prestarle más atención de la que prestan a otras muchas cosas que nos provocan placer y que sin embargo no podemos explicar!"
"Pintar es cosa de la inteligencia. Se ve en la obra de Manet. En cada una de sus pinceladas se puede ver su inteligencia. Esa inteligencia se aprecia claramente en una película hecha sobre Matisse, en la que éste aparece dibujando, vacilando, y luego comenzando a expresar su pensamiento con trazo seguro."
Y es eso, pintar es cosa de la inteligencia, es un ejercicio intelectual del más alto nivel, saber dibujar monigotes o agarrar una cámara o escribir tildes correctamente es lo de menos. Tu inteligencia es la que le da cuerpo a la obra. Luego podríamos decir que la inteligencia es el cuerpo y tu honestidad como artista es el alma. Podemos comprobar en artistas del más alto nivel cómo habiendo sobrepasado los límites de maestría en cuanto a composición hay algo más; ese algo más es la nitidez de su mirada, su mirada nos habla de la pureza de sus almas, todos esos retratos magistrales de Goya o Velázquez en los que un simple rostro, una leve insinuación de un gesto nos dicen tanto que casi dan ganas de apiadarse y sentir lástima por las almas de esos nobles y príncipes solitarios son así porque había un verdadero genio tras los pinceles con una sensibilidad extraordinaria absorbiendo todos esos sentimientos y que sabían perfectamente cómo plasmarlos en una tela. Para mi eso es algo sobrenatural:
Bien, he tenido este año escolar que ya termina, prácticamente sabático, dedicándome a devorar toda la cultura que me ha atraído y sobre todo a pensar mucho, a estar en soledad para depurar mi alma, también tenía una última tarea pendiente y me he autoimpuesto disciplinas feroces para poder tener control absoluto sobre mi; me he prohibido la comida, las mujeres, internet, todo sobrepasado con éxito y sin excepciones. Espero haberme preparado bien porque me dispongo a lanzarme a la piscina de cabeza, recoged los pedazos cuando estéis abajo.