ruben_clv
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En primer lugar, que sirva este hilo como confirmación de que los moderadores han perdido el botón del candadito.
Ahora entremos en materia.
Esta idea creo que es universal, todos hemos tenido o tenemos este pensamiento de vez en cuando: miramos a los ojos a nuestros semejantes y no nos reconocemos, pensamos que este mundo está hecho a nuestra medida (¡qué otra cosa podríamos pensar¡) y buscamos en nuestro interior algo que nos distinga del resto.
En cuanto a peculiaridades, yo solía pensar de niño que todo el mundo conocía algo que yo ignoraba, que la vida tenía un misterio que con los años me sería revelado, ese secreto es el que yo pensaba que hacía que la infancia se acabase y te convirtieras en un adulto. Luego, cuando vi que no era así, no experimenté ningún trauma significativo, pero ese instinto se transformó convirtiéndose en algo más oscuro. En lugar de pensar que los demás me escondían algo pensé que era yo (y unos pocos más privilegiados) quien ocultaba algo a los demás. Este grupo de elegidos nos comunicamos de forma sutil, a veces con un gesto, con una palabra intercalada en una frase, por la forma en que escribimos,...mil y una tretas que, una vez reconocidas, nos satisfacen y calman nuestro espíritu llenándolo de paz y comprensión.
No importa el aspecto físico en nuestro juego, de hecho, en muchas ocasiones gusta el Elegido de disfrazar su identidad: uno lo ve sentado en el metro con el mono sucio de polvo y pintura y no se percata de aquel libro que acaricia con las manos o de su forma de mirar al resto de pasajeros del vagón ya que nosotros no miramos, nosotros describimos con la mirada, esto es, a la vez que miramos jugamos a describir con palabras lo que vamos viendo. No es raro que, en algunas ocasiones, alguna de estas palabras la pronunciemos en voz alta (tronco sinuoso, vientre descosido,..) causando sorpresa en quien nos oye. Varios son los símbolos que nos hermanan, suficientes he compartido ya.
Lanzo este mensaje porque sé que entre vosotros hay quien me comprende. Es el orgullo, y no la cautela, lo que me impide dar nombres, el orgullo de sentirme alguien vivo. Sé que algunos habréis alcanzado la compresión recientemente, vosotros que no teméis identificar al hombre que sueña (el que mata, el que viola, el que roba, el que destruye) con el hombre que vive. Vosotros que os aceptáis a vosotros mismos como me aceptáis a mí porque sabéis que un hombre somos todos y que todos somos uno.
Que la rueda siga girando (forochat´s time).
¿Cómo es vuestro mundo a medida?
Ahora entremos en materia.
Una bella señorita rebuznó:Cuando era pequeña, pensaba que los demás eran bichos que se vestían de personas, animales y cosas... pensaba que sólo yo era real, como si fuera un juego. Por la noche se quitaban los disfraces y eran otra vez los bichos esos.
Esta idea creo que es universal, todos hemos tenido o tenemos este pensamiento de vez en cuando: miramos a los ojos a nuestros semejantes y no nos reconocemos, pensamos que este mundo está hecho a nuestra medida (¡qué otra cosa podríamos pensar¡) y buscamos en nuestro interior algo que nos distinga del resto.
En cuanto a peculiaridades, yo solía pensar de niño que todo el mundo conocía algo que yo ignoraba, que la vida tenía un misterio que con los años me sería revelado, ese secreto es el que yo pensaba que hacía que la infancia se acabase y te convirtieras en un adulto. Luego, cuando vi que no era así, no experimenté ningún trauma significativo, pero ese instinto se transformó convirtiéndose en algo más oscuro. En lugar de pensar que los demás me escondían algo pensé que era yo (y unos pocos más privilegiados) quien ocultaba algo a los demás. Este grupo de elegidos nos comunicamos de forma sutil, a veces con un gesto, con una palabra intercalada en una frase, por la forma en que escribimos,...mil y una tretas que, una vez reconocidas, nos satisfacen y calman nuestro espíritu llenándolo de paz y comprensión.
No importa el aspecto físico en nuestro juego, de hecho, en muchas ocasiones gusta el Elegido de disfrazar su identidad: uno lo ve sentado en el metro con el mono sucio de polvo y pintura y no se percata de aquel libro que acaricia con las manos o de su forma de mirar al resto de pasajeros del vagón ya que nosotros no miramos, nosotros describimos con la mirada, esto es, a la vez que miramos jugamos a describir con palabras lo que vamos viendo. No es raro que, en algunas ocasiones, alguna de estas palabras la pronunciemos en voz alta (tronco sinuoso, vientre descosido,..) causando sorpresa en quien nos oye. Varios son los símbolos que nos hermanan, suficientes he compartido ya.
Lanzo este mensaje porque sé que entre vosotros hay quien me comprende. Es el orgullo, y no la cautela, lo que me impide dar nombres, el orgullo de sentirme alguien vivo. Sé que algunos habréis alcanzado la compresión recientemente, vosotros que no teméis identificar al hombre que sueña (el que mata, el que viola, el que roba, el que destruye) con el hombre que vive. Vosotros que os aceptáis a vosotros mismos como me aceptáis a mí porque sabéis que un hombre somos todos y que todos somos uno.
Que la rueda siga girando (forochat´s time).
¿Cómo es vuestro mundo a medida?