Hola, compañeros, hace tiempo que no escribo en el foro y he tenido problemas con mi cuenta, puede que haya sido dado de baja, de forma que aunque aparezca como nuevo usuario ya anteriormente había aportado alguna experiencia en el subforo de Ponferrada.
Hoy quisiera daros una advertencia y una recomendación.
La primera es sobre el chalet de santo tirso, el sitio es muy poco discreto, para el que le importe. Como muchos sabréis, hay, o hasta hace poco había, tres chicas. Al parecer una tal Ada había sido ya descartada por inexperta. Otra, Nicole, es una rumana rubia muy delgada, no es mi tipo, alta pero desgarbada para mi gusto, si bien parece mejor dispuesta que las otras.
Yo elegí a la morena Amelia, en lo que sería la peor de mis pocas experiencias puteriles. Es una chica delgada y pequeñita, rumana de etnia gitana, sobre los 20 años, que físicamente no está mal para quien prefiera este tipo de jovencitas manejables. Pero ahí acaba todo, muy sonriente y modosita hasta que le entregas la pasta...
Para empezar se larga con el dinero y tarda la ostia en volver, higiene nula, pero la tía se debe creer que pagan por ver su carita guapa. Literalmente dice "solo chupo y follo", se viene con dos camisetas que no se quita en ningún momento (lo cierto es q tampoco tiene mucho que esconder...). Ni puta idea de francés, solo con goma, por supuesto. Le digo que se eche y se masturbe un poco, la tía pone mala cara y dice "mucho quieres por 40 euros", como si en Rumanía se fuera ganando eso por echar un escupitajo.
Yo al principio me lo tomaba en plan cachondeo y con mucha paciencia, pero cuando voy a penetrarla ya me advierte que mucho cuidado, no le haga daño, a lo q respondo: muévete tú, venga, si tanto miedo tienes...
Ni puñetera idea, un tablón, y ya empiezo a mosquearme, porque no sé si lo q esta haciendo es por inexperiencia, porque la estan explotando miserablemente o porque intenta cortarme el rollo y que me largue. Esto último es lo más probable, así que me concentro y acabo con ella a cuatro patas. A todo esto habrían transcurrido apenas diez minutos desde que entramos en la habitación, la tía da por zanjado el asunto, y por mi parte ya pongo cara seria, me visto y pienso si montar el pollo o no. Como había entrado con buen talante me voy sin decir nada. La tía se le ve al final un poco cortada, yo creo que ella misma se dio cuenta de que se había pasado tres pueblos, pero no hay vuelta atrás, esta chavalina es una inútil integral como profesional (algo tal vez disculpable por su relativa corta edad), pero además es borde a ratos, poco dispuesta y medio tontaina.
En definitiva, es un poco parecido a la expe que tuvo un compañero con la "rusa" Ada, pero extremando las cosas hacia lo malo, un desastre, 40 euros quemados y un rato de mala ostia, de las veces que se te quitan las ganas de volver de putas en tu vida.
De la mierda y el mal trago, pasamos a la recomendación: Sandra, la checa, por poco tiempo en la Palomera. Aprovechad antes de que acabe el mes porque se marcha entonces para Burgos, aunque ella misma prefiere nuestra ciudad.
Si antes os decía que la niñata rumana fue mi peor expe, esta otra chica del este es el polo opuesto. Muy alta, cerca de 175 cm, unos 60 kg, con un tipazo, rubia de ojos verdes, agradable y con un cierto nivel cultural, a años luz de la otra.
No voy a deciros nada nuevo que otros compañeros acreditados no hayan dicho: una verdadera diosa, una mujer en toda su plenitud física. Tipo puramente eslavo/centroeuropeo. Piernas largas y torneadas, caderas anchas para parir heróicos Sigfridos, algunos dudan de su pecho, para mí es toda perfección, lo que sucede es que esta clase de mujeres esbeltas y atléticas suelen tener tetas aplanadas (de "peseta", por decirlo de alguna manera) pero las tiene ricas igualmente, aunque ella misma dice que tiene proyectada una operación.
Luego la técnica propiamente es la de una escort de muy alto nivel. Se le ve que le gusta dar placer y recibirlo. El tiempo no importa en absoluto. De hecho es la primera chica que pretendía darme el servicio sin adelantar el dinero. Aunque viéndola trabajar no me extraña que tenga esa seguridad y confianza en sí misma.
Higiene absoluta y realizada por ella misma. La habitación estaba impecable, con una enorme cama, televisor,...
En definitiva, los 50 euros mejor empleados en mi vida puteril. Esta chica de unos 30 años se encuentra para mi gusto en su mejor momento, bronceada, 0% materia grasa, y con una técnica y experiencia digna de la mismísima Afrodita.
Por cierto, una cosa que me llamó la atención es que esta chica pasa olimpicamente de lo que hablamos de ella a través de Internet. Así que todas estas expes y relatos que os hacemos sobre ella tienen un carácter puramente desinteresado.
Y nada más, disculpad el mamotreto que os he soltado, pero es que hay que contarlo todo, lo malo y lo buenísimo.
Un saludo y recordad, cuidad bien de esta checa, que es canela fina.