Los clubes perseguidos deberían de ser los que imponen horarios, precios, los que se quedan con un porcentaje del servicio, los que tienen profesionales alojadas... Obviamente que si se encuentra alguna chica en situación irregular en un club el problema es para la chica ya que se va a jugar una deportación.
Insisto, por lo menos en Cataluña, un club de alterne es un lugar al que se va a ejercer la prostitución sin relación laboral con el empresario del mismo; las chicas tienen que tener completa autonomía sobre lo que hacen, y no deja de ser paradójico ya que la actividad de prostitución, en sí, no está regulada.
El que tenga chicas que ejercen la prostitución contratadas como "camareras" con un horario y unas condiciones laborales determinadas, y alguna resulta que está allí coaccionada por el "novio", se cansa de la situación, y acaba metiendo una denuncia al empresario, te aseguro que le puede buscar un problema importante.