Los mismos argumentos que yo también he enumerado y que usted, en sus respuestas, decide contestar o saltar según le conviene.
Usted no dicta las normas, usted ES las normas. Y si las normas le golpean en la frente, entonces dejan de ser normas, por definición, porque las normas sólo pueden darle la razón.
En fin. Reiteración, sobreextensión, falsas acusaciones, soberbia e infalibilidad. A cada post lo demuestra.
Por lo menos he conseguido que la sobreextensión se vaya reduciendo. Me quedaré con eso.
Que montón de mentiras.
Mientes cuando dices que yo dicto las normas. Te las muestro, no las escribo yo.
Toma, lee. Pero claro, no te vale, porque es que al parecer yo SOY las normas. Yo debo haber escrito ese artículo. Te traigo una definición de algo y niegas que sea válida, que es como si cuando tú vienes con el diccionario en la mano te dicen que claro, poniendo tú las normas así cualquiera.
Ahora, desarmado y ridiculizado (en esto tengo poco mérito yo, es casi todo mérito tuyo) me atacas a mí, y no al argumento, porque contra mi argumento no puedes.
Luego enumeras aseveraciones que he hecho y las intentas hacer pasar por falsos dilemas, no siendo dilemas ninguno de ellos. Pero no te vale este argumento, porque lo digo yo. Ad hominem al canto.
También proyectas tus mentiras en mí: el que acusa en falso eres tú. Tú me dices que yo hago lo que haces tú, tú, incluso, tienes la poca vergüenza de entrecomillar cosas que no he pronunciado jamás y hacerlas pasar por palabras mías. Nueva mentira. ¿Tienes justificación para esto? No, ahí has escrito lo que te ha salido de los huevos y me lo has atribuido, y cuando te lo he dicho lo has ignorado. ¿Respondes a eso? No, callas.
Te están preguntando también que bases tu argumentación de las mascarillas en argumentos, y lo único en lo que te basas es en una experiencia que no tienes, en una lógica que no aplicas y en unas cifras que no son consecuencia de lo que afirmas. Te apoyas en falacias, te preguntan por ellas y, oh sorpresa, no abordas tampoco ese tema.
A cada post mío, dejas de contestar una o varias de las líneas argumentativas, simplemente te callas y rehúyes el debate. Te digo que callado otorgas, me dices que no pero no sigues el debate, te vuelves a callar, vuelves a otorgar.
Luego en un alarde de ridiculez sin parangón, dices que no te argumento nada y que pongo iconos en un post lleno de argumentos. No se te ve el cartón ni nada, colega.
TL;DR
De las cifras, ni mú. De respaldar tus aseveraciones, nada. Recortar frases tergiversando su contenido, sí. Negar la existencia de párrafos enteros, sí. Abordar los temas que te pregunto, nada, de eso nada. Negar la validez de argumentos basándote en que es que te los digo yo, sí. Acusar de haber hecho lo que no he hecho, sí. Mentir, sí. Tergiversar, también. Entrecomillar invenciones para hacerlas pasar por afirmaciones mías sí. Responder de ello, no. Falacias, sí. Proyecciones, también. Rídiculo: OVER 9000.