No te quites la mascarilla. Tiene muchas ventajas:
- Esconde la halitosis.
- Crea una incógnita en cuanto a la edad y la fisionomía de los rasgos.
- Ofrece una buena excusa a la hora de saludar a gente coñazo ("ay, no te vi... como ahora no nos reconocemos... ji ji")
- Nos ahorra gastos en barras de labios.
Y luego otra, menos importante, que es que protege del virus. No es lo peor morirse, sino que quedemos con secuelas. Nadie quiere sufrir necrosis pulmonar, ahogarse por subir dos escaleras el resto de su vida. Piénsalo, sobre todo lo de la barra de labios...