Yo no estoy hablando de que primero se crea una cosa y luego la contraria tras investigarla. Esa no es la idea que hay tras mis palabras. Eso es, como bien dices, lo normal en la ciencia.
De lo que estoy hablando es del mareo informativo al que se nos somete. Estoy hablando de la comunicación. Estoy hablando de que se nos diga, con todo, una cosa y la contraria, o una cosa, la contraria, la intermedia y nuevamente la primera. Lo de las mascarillas es el ejemplo paradigmático: primero no valen para nada, luego se desaconseja su uso, luego sólo valen para los contagiados, luego valen para los no contagiados, luego para los que sí se han contagiado, luego para los dos y luego es obligatorio y te ponen una multa si no. Ahora, el virus reinfecta, luego las defensas protegen como mucho seis meses, ahora toíta la vida.
¿A ti te parece normal este puto mareo? Porque a mí desde luego no. A nivel de comunicación tú no puedes, a no ser que quieras marear al personal, marear al personal de esta manera. A nivel de comunicación, si no quieres marear al personal, te callas hasta que sepas que lo que vas a decir es así y hayas hecho las pruebas y las investigaciones pertinentes para no tener que desdecirte al cabo de dos días. Y si estás haciendo esas pruebas, esperas a su resultado para hablar, no vaya a ser que te tengas que desdecir. Mejor decir tarde una cosa y que esa cosa sea fija que decir hoy blanco y mañana negro y mañana gris y pasado negro otra vez y luego que ni blanco ni negro ni gris, que a rayas, pero a rayas rojas y verdes.
En resumen: que nos quieren marear, y que para ello utilizan también la comunicación científica. Que quieren instalar la confusión, que cuando tienen al personal mareado con informaciones contradictorias es cuando pueden manipularlo más fácilmente y hacer que cualquier cosa que se intente imponer cuele. Que quieren revolver el río, porque a río revuelto, ganancia de pescadores.