Ayer a las 19:00 me pusieron la segunda dosis de Pfizer. La enfermera que me puso la vacuna hablaba español pero no fluído. Tenía un fuerte acento como de algún país de Europa del este. Eso sí, era muy guapa, la verdad.
Por lo demás, todo bien. Eso sí, en el país de las medidas LOL anti-Covid, donde las tiendas y comercios sólo pueden usar, aún hoy, un 40% del aforo, por aquello de la famosa distancia y evitar aglomeraciones, resulta que los medios de transporte público no tienen limitación alguna. Ni ahora, ni en lo peor de todo esto.
Tendríais que haber visto como iba el tranvía ayer cuando lo pillé en la parada de Uribitarte. Ni un céntimetro cuadrado libre. Pero tranquilos, que no pasa nada. Dentro del tranvía podemos ir todos pegados unos junto a otros, que no hay peligro... pero si vas a una tienda a comprar un pantalón, a guardar cola en la calle porque hay 4 personas dentro.... En fn. De estas incoherancias no hablan los medios ¿verdad? Ya, siguen a la caza de jóvenes irresponsables, claro. Tampoco se cuestiona nada el ganado, que traga, sumiso, lo que le echen..
Gora Euskadi!