Tu amigo era muy sabio, conserva su amistad y el intercambio de palabras con él, porque las palabras son la piel que media entre el mundo de las ideas y el mundo exterior, donde ambos universos confluyen en uno solo, en el que es, y sin duda ninguna que es un universo ético y moral sin lugar para relativismos.
Frecuentándole, te harás más inteligente ya que él es un hombre bueno, porque sus palabras buenas obrarán buenas ideas en ti, y en consecuencia, tus actos serán los de un hombre bueno.
Inteligencia, sí, después hay listillos, espabilados, vivales y una caterva de malvados que no conocen la inteligencia ni por el forro, únicamente se manejan bien en el basurero.
Don Bergerac, bienvenido de nuevo, se te echaba de menos. Tu vuelta es testimonio de tu inteligencia puesto que en tu bondad, te has sobrepuesto al mal externo e interno.
Estoy de acuerdo, como siempre, con todo lo que declaras.
No es necesario saber expresarse para ser inteligente.
Intercambios sensibles, dices; qué bello, verdadero y bueno.
Si la inteligencia no sabe distinguir la cualidad ética y moral del universo, no es inteligencia, y me remito a lo de, espabilados, vivales, listillos, etc.
Esa relación de dentro-fuera, también es fuera-dentro, ya que que las circunstancias nos moldean tanto como los genes (o más).
Una vez atrapé un ratón en una botella. No quise matarlo, entonces le iba echando taquitos de queso. Perfecto, el ratón no los comió, solo los apiló para hacerse una peana con la que llegar a la boca de la botella. Una mañana me lo encontré agarrado al tapón. Por supuesto que lo dejé libre, era lo más inteligente (y bueno).
Sigues hablando de Dios, como Dios, es decir, de maravilla, y en eso se reduce todo.
Paulísimo, te saludo con mil afectos.
Sí, son los que abren los caminos, los ven, pero nadie les hace caso. Así vamos.
Ese es el problema para la mente, la dualidad intelectual, que no real, en la que a lo sumo únicamente existen diferencias de grado, y el antropomorfismo es el otro gran problema, y este ya es ineludible, de ahí que cualquier intento de describir la realidad, fracase, porque vivimos una realidad humana y no la del paramecio.
¿Cuáles son las palabras y matemáticas de un infusorio? ¿Cómo calcula las funciones de onda o rima sonetos? ¿Lo hace? ¿Cómo es el fenómeno de una onda de verdad? ¿Alguien la ha visto lejos de algún aparato que usa conceptos, palabras, símbolos antropomorfos?
Entonces, repito:
¿Qué palabras usa Dios? ¿Habla en inglés, gallego, griego o latín, o suma y resta, o pinta y silba?
Si cambias las palabras, tu frase también tiene sentido:
Respecto a las matemáticas, desde las más simples hasta unas complicadas como la teoría de los números todos se basa en lingüisticas, desde muy simples a muy complejas.
(También se basan en intuiciones, símbolos, poéticas,...)
Pero... números... de la raíz nem que significaba, asignar, distribuir, ley, etc. O sea, ¿poner nombres a los fenómenos? ¿Nombrar? ¿Numen? ¿Numinoso? ¿Actos mágicos? ¿Voluntad antropomorfa de poseer? Etc. Es posible, quién lo sabe.
En ningún caso van por detrás, todas hablan de lo mismo pero con distintas palabras.
Las palabras, otrora, eran mágicas, hasta El Nombre de Dios estaba reservado, tabú y totem.
Exacto, el alma, tú lo has dicho.
Alma, ánima, anemos, respiración, aire entrando el los pulmones... ¡Coño! ¡Respirar! ¡Inspiración!
No contradigas con el segundo párrafo tu grande inspiración, porque es verdadera, buena y muy inteligente.
Primero hay una idea, y luego la pericia magnífica que le da forma a ese fondo, y también, una forma maravillosa a la que el alma le encuentra el fondo.
Cualquier cosa que el hombre bueno e inteligente hace, lleva las dos voluntades, o inteligencias.
Un griego no veía en un triángulo lo mismo que nosotros.
El griego vivía en el presente, en la forma pura, exacta, y se fascinaba ante el triángulo por sí mismo puesto que no veía otra cosa, tanto como en la musculatura esculpida en piedra o en el día presente. Luego los griegos tardíos ya comenzaron a ver relaciones extrañas, como los pitagóricos, y que en la geometría se expresaba el orden, la ley... ¿El número? ¿Nombrar? ¿Lo numimoso? ¿Lo Divino? ¿Una voluntad? ¿La inteligencia que todo lo hace posible?
Que nadie entre en la academia sin saber geometría.
El Observador.
Pero nosotros vagamos por las Úbedas del pasado y del futuro. El presente, ¿qué es eso?
Nuevamente, antropomorfismo y circunstancias, mezcla letal, venenosa para la inteligencia.
Brillante, Don Bergerac.
Y El Verbo Era Dios... ¿Y? ¿Y? ¿Y?
...
Y Se Hizo Carne...
O sea, puro dasein, o ser siendo, y no hay absoluto que valga, más que el panta reo órfico, Heraclitiano, el todo que deviene.
Dios que es puro Devenir.
Luego lo absoluto es el movimiento. Vaya paradoja, ¿verdad? No, porque lo que es arriba es abajo, y hay que comprenderlo y alegrase, no más.
...
Vaya rollo. Un saludo, amiguísimos, desde el Congo mental de Doc.
¡Eeeeeeeeep!