Eterno Navegante
Asiduo
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Y qué ocurre cuando uno dice “se acabó, me rindo, ya no espero NADA de nadie”, nada más que una conversación como mucho, que un hola y adiós o un volver a tener esperanza para perderla de nuevo una y otra vez hasta que estemos todos más muertos que el cemento de una calle vacía.
Qué ocurre cuando ya no se busca, y cuando aquellas que esperan, no les llegan nadie. Efectivamente hay chicas monas, con buenos trabajos, supuestamente simpáticas y buscando pareja, a las que nadie se acerca, porque sus expectativas no las cumple nadie. Efectivamente hay chicos que ya cuando salen no tienen la más mínima esperanza, o que directamente ni siquiera se molestan en salir (aquí un servidor).
Nos quejamos, y a nadie le gustan los quejicas, ¿verdad?. Pero quejarse es una forma de decir: “oye, de verdad, yo sólo no puedo, échame una mano”. Y nadie echa una mano porque todos están demasiado ocupados subiendo unos sobre otros en esa montaña de cuerpos musculosos, bien torneados, pero vacíos.
Así que al final, poco a poco, ya ni siquiera hay queja, solo resignación. Ya no queda esperanza. Esta sociedad Española se muere, y otras van por el mismo camino. Pero aquí somos punta de lanza. Hablad con chicos de cualquier otro país, alucinarán. No entenderán QUÉ PASA, y lo que pasa es que aquí ya no queda nada, incluso “los que triunfan” sólo consiguen sexo y, como mucho, un “amor + desconfianza” que dura poco.
Vivir sólo se puede. Hay ya muchos casos, y si hay necesidades afectivas, o se adopta, o mejor aun, nos compramos una puta mascota a la que acariciar, porque ningún congénere lo hará.
Así que esto va a ir a más, y cuando se intente volver atrás (como esas chicas que pasados los treinta y cinco empiezan a preocuparse verdaderamente de lo que nosotros nos preocupamos ahora), ya es tarde, porque sólo nos queda que entregarles rencor y dolor. Ya no queda nada.
Qué ocurre cuando ya no se busca, y cuando aquellas que esperan, no les llegan nadie. Efectivamente hay chicas monas, con buenos trabajos, supuestamente simpáticas y buscando pareja, a las que nadie se acerca, porque sus expectativas no las cumple nadie. Efectivamente hay chicos que ya cuando salen no tienen la más mínima esperanza, o que directamente ni siquiera se molestan en salir (aquí un servidor).
Nos quejamos, y a nadie le gustan los quejicas, ¿verdad?. Pero quejarse es una forma de decir: “oye, de verdad, yo sólo no puedo, échame una mano”. Y nadie echa una mano porque todos están demasiado ocupados subiendo unos sobre otros en esa montaña de cuerpos musculosos, bien torneados, pero vacíos.
Así que al final, poco a poco, ya ni siquiera hay queja, solo resignación. Ya no queda esperanza. Esta sociedad Española se muere, y otras van por el mismo camino. Pero aquí somos punta de lanza. Hablad con chicos de cualquier otro país, alucinarán. No entenderán QUÉ PASA, y lo que pasa es que aquí ya no queda nada, incluso “los que triunfan” sólo consiguen sexo y, como mucho, un “amor + desconfianza” que dura poco.
Vivir sólo se puede. Hay ya muchos casos, y si hay necesidades afectivas, o se adopta, o mejor aun, nos compramos una puta mascota a la que acariciar, porque ningún congénere lo hará.
Así que esto va a ir a más, y cuando se intente volver atrás (como esas chicas que pasados los treinta y cinco empiezan a preocuparse verdaderamente de lo que nosotros nos preocupamos ahora), ya es tarde, porque sólo nos queda que entregarles rencor y dolor. Ya no queda nada.
Novato de mierda
Forero del todo a cien
Veterano
