Cliffy-Calabria rebuznó:
De verdac que esto es lamentable, igual se piensa que leo una sola linea de sus cutre relatos y hasta es capaz de pensar que me afecta.
Volvere en unas horas pero hagame caso, vayase culas, vayase. Ya hemos tendio suficiente. No harto prolongue su agonia.
con dios
¿Ahora huyes? Joder ¿tan consciente de tu ridículo eres?
(De IP, la apuesta que sea ban de IP)
¿Y eso por qué, la tienes dinámica?
Las aventuras del ingenioso hidalgo Don Grijander del rapiñas y el fiel putero Calabria Fantas. Capítulo 3.
Caminaban Don Grijander y Calabria Fantas cuando a su paso le saltaron dos malhechores que dijeron llamarse PolveteadorSarasagosa y Salidotarado.
Salidotarado: ¡Vosotros, traidores de nuestra condición masculina! Hemos escuchado vuestros vómitos y no permitiremos que os juntéis con mujeres gratuitas.
PolveteadorSarasagosa: Tened más dignidad, idos de putas.
Calabria Fantas: Yo he sido putero desde que nací. Nacido para perder, y perdido por follar, pagando, claro.
Don Grijander: No escuches la voz de estas desaprensivas serpientes. Créedme cuando os digo, que son ilusiones del diablo para tentarle, como tentó a Eva con la manzana. No te dejes arrastrar por la tentación del polvo rápido y alcanzarás el reino de los coños gratuitos.
SalidoTarado: ¡No existen los coños gratuitos, siempre hay que pagar! ¡El carruaje! ¡La vianda! ¡La alcoba!
Polveteador Sarasagosa: Eso, eso. Al final irse de putas sale más barato. ¡Los puteros somos el futuro!
Don Grijander: Que vuestra merced no se deje engañar por estos trucos del diablo. Pues en verdad te digo, que es más meritorio y placentero el cortejo con la dama hasta conseguir engatusarla, que la faena de alcoba propiamente dicha. Y un putero no puede saber en qué consiste eso de la conquista, pues ellos sólo tiran de dinero. ¿Y qué ocurre si perdieran su dinero? Se perderían ellos mismos. Pues acostumbrados a éste, sin él no son nadie. Sigue mis sabios consejos y te enseñaré a no depender del dinero. No lo necesitarás y sabrás sobrevivir sin él. Así, cuando ellos pierdan su dinero, también perderán su hombría. Pero cuando tú pierdas tu dinero, seguirás siendo hombre.
Oyendo a su amo y resistiendo ante la fuerte tentación del diablo, Calabria Fantas decidió seguir la senda del coño gratuito. Y como humo, los dos engendros de Satán desaparecieron ante sus ojos.