No olvidemos que son tarados socialmente aceptables, fundamentalmente aquellos que nunca podrán integrarse a la vida normal, es decir, harán SU vida normal, pero nunca tendrán pretensiones de incorporarse a la vida normal de los que no son tarados.
Luego están los tarados como yo (gordos, nuncafollistas, gente raruna en general), que no somos socialmente aceptables, porque tenemos pretensiones de tener las mismas cosas que los no tarados; por otro lado estamos en un dilema porque somos lo suficientemente tarados para que la gente no tarada nos rechace al intentar materializar nuestras pretensiones, pero luego no se nos da paguita porque hipócritamente se nos dice que nuestra taradez no es suficiente y que no necesitamos ayuda.
Se nos condena a tener que lidiar con los mismos deberes que los no paguiteros (trabajos de mierda, gilipollas e ignorantes a paladas), pero sin la integración social de los no tarados, receta perfecta para la infelicidad.