Tito Livio
Forero del todo a cien
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- 26 Abr 2006
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Tristemente no soy heredero de una gran fortuna, ni soy particulamente guapo...por lo que tendré que ganarme los garbanzos trabajando, aunque sea poco. Así que dada mi condición de ser normal y corriente no me queda otra que usar mi pobre intelecto en buscar el método de ganar la máxima cantidad de dinero trabajando lo menos posible...
Cualquier persona con dos dedos de frente me diría que la solución a mis problemas estaría en hacerme funcionario, pero visto como está el percal, uno se da cuenta de que hasta los funcionarios normales y corrientes son unos pringados si los comparamos con otra subespecie que tristemente pasa más desapercibida. Los catedráticos.
Un catedrático no trabaja nunca más de 10 horas a la semana...y el único trabajo que se tiene que llevar a casa una vez convenientemente apoltronado son los exámenes. Y a veces ni eso, que siempre tienen por debajo de ellos a ayudantes que por hacer méritos hacen el trabajo del catedrático...dan clases y corrigen exámenes. Y para más inri, no son pocas las veces que se van a algún congreso extraño que sólo le interesan a ellos, en un lugar exótico con un alojamiento cojonudo que encima, les pagan.
Y lo mejor de todo, como no es el sueldo. Fácilmente pueden llevarse 4500€ mensuales por no dar palo al agua e ir unas cuantas horas a la semana a un aula en el que le sueltan un paripé a un grupo de pringados (entre los que he de incluimre) para que luego le plasmen un calco de ese mismo paripé en una hoja que corregirá otro pringado...
Por si fueran pocas las horas que trabaja esta gente, encima pueden permitirse el lujo de no acudir a su puesto de trabajo y dejar plantados a 70 alumnos sin dar ni siquiera un preaviso sin que haya mayores consecuencias...no les descuentan el jornal ni tampoco tienen que fichar.
Y no, no tengo siento ninguna clase de animadversión por estas garrapatas del sistema. De mayor yo también quiero ser una garrapata.
Un saludo.
Cualquier persona con dos dedos de frente me diría que la solución a mis problemas estaría en hacerme funcionario, pero visto como está el percal, uno se da cuenta de que hasta los funcionarios normales y corrientes son unos pringados si los comparamos con otra subespecie que tristemente pasa más desapercibida. Los catedráticos.
Un catedrático no trabaja nunca más de 10 horas a la semana...y el único trabajo que se tiene que llevar a casa una vez convenientemente apoltronado son los exámenes. Y a veces ni eso, que siempre tienen por debajo de ellos a ayudantes que por hacer méritos hacen el trabajo del catedrático...dan clases y corrigen exámenes. Y para más inri, no son pocas las veces que se van a algún congreso extraño que sólo le interesan a ellos, en un lugar exótico con un alojamiento cojonudo que encima, les pagan.
Y lo mejor de todo, como no es el sueldo. Fácilmente pueden llevarse 4500€ mensuales por no dar palo al agua e ir unas cuantas horas a la semana a un aula en el que le sueltan un paripé a un grupo de pringados (entre los que he de incluimre) para que luego le plasmen un calco de ese mismo paripé en una hoja que corregirá otro pringado...
Por si fueran pocas las horas que trabaja esta gente, encima pueden permitirse el lujo de no acudir a su puesto de trabajo y dejar plantados a 70 alumnos sin dar ni siquiera un preaviso sin que haya mayores consecuencias...no les descuentan el jornal ni tampoco tienen que fichar.
Y no, no tengo siento ninguna clase de animadversión por estas garrapatas del sistema. De mayor yo también quiero ser una garrapata.
Un saludo.
